Memoirs of a 28-Year-Old Thumb-Sucker: Ukubhambatha
Chuparse el dedo es uno de los hábitos más comunes que existen. Casi todas las personas se chupan el dedo, lo han hecho o lo conocen.
Se sabe que los bebés y los niños pequeños se chupan el dedo para tranquilizarse, y suelen dejar de hacerlo por diversos métodos a medida que crecen. Sin embargo, algunos niños que se chupan el dedo, los gabhadiyas, nunca dejan de hacerlo, sólo dejan de hacerlo en público. Este libro cuenta la historia de una madre que se chupa el dedo y de sus tres hijos, que también lo hacen.
Es la historia de cómo este hábito le ayuda a enfrentarse a problemas de adultos, como lidiar con la ansiedad de tener que presentar una propuesta de máster y ser estudiante de máster, conducir, lidiar con problemas de peso, casarse, estar en paro, ir a entrevistas, elegir entre ofertas de trabajo y dejar atrás a su familia para empezar un nuevo trabajo en una nueva ciudad. Desde entonces, chuparse el dedo ha sido su terapia.
Empezó cuando era un bebé, pero ahora, al igual que ha madurado en otros aspectos de su vida, su hábito de chuparse el dedo también ha madurado. Ya no se chupa el dedo porque esté aburrida o porque sea adicta.
Ahora se chupa el dedo sabiendo por qué lo hace, cuándo y dónde debe hacerlo. Se comprende mejor a sí misma y sólo desea compartir su punto de vista.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)