Medir la felicidad: la economía del bienestar

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Título original:

Measuring Happiness - The Economics of Well-Being

Contenido del libro:

¿Puede el dinero comprar la felicidad? ¿Son los ingresos una medida fiable de la satisfacción vital? En Occidente, después de la Segunda Guerra Mundial, la felicidad parecía inextricablemente ligada a la prosperidad. Sin embargo, a partir de los años 60, otros valores empezaron a ganar terreno: la paz, la participación política, los derechos civiles, el ecologismo.

La «economía de la felicidad» -una rama de lo que se ha dado en llamar «la ciencia lúgubre», que suena un tanto incongruente- se ha hecho cargo del rompecabezas de lo que hace feliz a la gente, realizando elaboradas encuestas en las que se pide a las personas que cuantifiquen su satisfacción con «la vida en general». En este libro, tres economistas exploran la conexión entre felicidad y prosperidad, investigando cómo miden los economistas la satisfacción vital y el bienestar. Los autores examinan la evolución de la investigación sobre la felicidad, teniendo en cuenta la famosa «paradoja de Easterlin», que descubrió que la satisfacción vital media de las personas no parecía depender de sus ingresos.

Pero se preguntan si la investigación sobre la felicidad puede medir lo que hay que medir. Argumentan que no deberíamos evaluar el bienestar de la gente en una «escala de felicidad», porque eso necesariamente oscurece el verdadero progreso social.

En su lugar, el aumento de los ingresos debería entenderse como un aumento de las oportunidades y una reducción de la escasez. El crecimiento económico ayuda a las sociedades a mantener la libertad y a financiar programas de bienestar social.

En este sentido, puede que una renta elevada no compre la felicidad con la vida en general, pero da a los individuos la oportunidad de estar más sanos, mejor educados, mejor vestidos y mejor alimentados, de vivir más tiempo y de vivir bien.