Puntuación:
El libro es una fascinante ficción histórica que combina acción e intriga, ambientada en la rebelión galesa de 1294-95. Los lectores se ven arrastrados a la historia de Garyn y Gawain, con una narración cautivadora que capta tanto la brutal realidad de la época como el dramatismo de sus luchas. Aunque se alaba la narración, hay algunas críticas relativas a los finales abruptos y a la mezcla de elementos fantásticos con el contexto histórico.
Ventajas:⬤ Narración atractiva y emocionante
⬤ personajes bien desarrollados
⬤ ricos detalles históricos
⬤ educativo y entretenido
⬤ fuerte empatía con los personajes
⬤ buena mezcla de historia y ficción
⬤ bellamente escrito
⬤ acción e intriga cautivadoras
⬤ los lectores no pueden dejar el libro.
⬤ Finales abruptos e insatisfactorios
⬤ la introducción de elementos fantásticos desvirtúa el enfoque histórico
⬤ algunas quejas sobre problemas de edición y corrección
⬤ los cliffhangers pueden dejar a los lectores frustrados.
(basado en 124 opiniones de lectores)
Medieval III - Sword of Liberty
En 1274, Eduardo I gobernaba Inglaterra tras heredar la corona de su padre, Enrique III. Al otro lado de la frontera, al oeste, el pequeño país de Gales estaba gobernado por el príncipe Llewellyn ap Gruffydd, descendiente directo de Llewellyn el Grande.
Las tensiones entre los dos países eran tensas y los conflictos menores eran habituales entre los nobles menores, pero cuando Eduardo se enteró de la propuesta de matrimonio de Llewellyn con Eleanor du Montfort, la hija del mayor enemigo de su difunto padre, se indignó y en 1275 dispuso que su barco fuera interceptado cuando viajaba desde Francia para estar con el príncipe galés. Leonor fue encarcelada, lo que provocó que la relación entre Eduardo y Llewellyn se deteriorara aún más y, en 1276, estalló la guerra entre los dos países. En 1277, Eduardo dirigió un enorme ejército hacia Gales y capturó la cosecha galesa en la isla de Ynys Mon, obligando al príncipe galés a rendirse antes de que se librara ninguna batalla importante.
Ese mismo año, ambos firmaron el tratado de Aberconwy, por el que Llewellyn cedía el control de la mayor parte del país a cambio de conservar las tierras de Gwynedd y el título de príncipe de Gales.
Eduardo quedó satisfecho y liberó a Leonor de la prisión para que cumpliera sus votos matrimoniales con Llewellyn y, durante los años siguientes, existió una paz incómoda entre los dos monarcas. A pesar del tratado, el pueblo de Gales seguía descontento por estar gobernado por un monarca inglés y especialmente por la construcción de castillos ingleses en Flint, Rhuddlan, Builth Wells y Aberystwth.
Posteriormente, una corriente subterránea de resistencia fue creciendo hasta que, finalmente, en 1282, una rebelión a gran escala contra el gobierno de Eduardo obligó al rey inglés a invadir Gales una vez más, sólo que esta vez con una conquista a gran escala como objetivo. A pesar de algunos reveses iniciales, el ejército de Eduardo salió victorioso y, tras varias batallas por todo Gales, el príncipe Llewellyn murió en la batalla del puente de Orewen. Eduardo se dio cuenta por fin de la amenaza que suponían los galeses y se embarcó en un programa de construcción sin precedentes en todo el país, que incluía los enormes castillos de Caernarfon, Conway y Harlech, no sólo como bastiones de fuerza militar, sino también como señal a los galeses de la inutilidad de oponerse a su poder.
Estos castillos formaban la columna vertebral de sus defensas en Gales, un sistema inexpugnable de fortalezas, cada una diseñada para apoyarse mutuamente contra cualquier amenaza de los galeses. Eran un símbolo de su poderío, un sistema de fortificaciones invencibles y, de hecho, un anillo de acero inexpugnable que ningún hombre vivo podía asaltar: ................. o eso creía él: ........
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)