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To Kill or Not to Kill
La eutanasia surgió como tema de conversación para progresistas y laicistas en Occidente en la década de 1960. Dado que simplemente se apropiaron (sin permiso de nadie) del control de las emisoras nacionales y privadas, los periódicos y las facultades universitarias, se convirtió, eo ipso, en un asunto de controversia pública.
Otras modas de la época -el libertinaje sexual y las drogas psicotrópicas, por ejemplo- hace tiempo que se abandonaron, pero la búsqueda de la aprobación legislativa del asesinato de ancianos, enfermos y desamparados nunca decayó; parecía que no pasaba un año parlamentario en uno de los Estados australianos, o incluso a nivel de la Commonwealth, sin que se pusiera otro proyecto de ley sobre el tapete. Pues bien, en los estados de Victoria y Australia Occidental, ese proyecto de ley es ahora una ley, como lo es en Canadá, en varios estados de EE.UU., en los Países Bajos, en Bélgica y en otras naciones.
Ha seguido siendo un artículo de fe para la izquierda durante todas las décadas de la posmodernidad, al igual que esa otra forma de asesinato autorizado: el aborto. ¿Por qué? ¿Qué tienen estos temas que evocan en las mentes e imaginaciones de liberales e izquierdistas un entusiasmo casi milenario?
Hacía falta un erudito de la perspicacia y experiencia del padre Fleming para darnos la explicación, en ésta, la última y, en mi opinión, la más importante de sus publicaciones.
Su respuesta nos lleva a examinar de cerca el verdadero legado de la Ilustración, y no es el benigno y racional que a generaciones de nosotros nos han enseñado a creer en nuestras escuelas. Su cuidadoso desentrañamiento de los tres siglos del proyecto secular, desde Rousseau hasta las escuelas seguras, no nos deja ninguna duda de lo que vendrá después si no defendemos la herencia cristiana de nuestros institutos. Siempre se trató de poder. Y el poder siempre acaba siendo persecución.
El padre Fleming ha sido sacerdote, locutor, polemista y erudito en su larga y distinguida trayectoria por la vida pública.
Su libro será una lectura esencial para muchos cristianos de todas las confesiones que ahora comprenden que nuestra época les exigirá ser soldados y servidores de la Iglesia.
- Stuart H Lindsay, abogado y ex juez del tribunal federal de circuito.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)