Más allá del miedo: Reflexiones de un luchador por la libertad

Título original:

Beyond Fear: Reflections of a Freedom Fighter

Contenido del libro:

Más allá del miedo es un testimonio fascinante de la resistencia del espíritu humano: la increíble historia de lo que un joven revolucionario estuvo dispuesto a renunciar durante décadas para acabar con el Estado del apartheid.

Ebrahim Ebrahim fue uno de los únicos incondicionales de la lucha condenados dos veces a Robben Island. Llegó a la isla meses antes que Nelson Mandela en 1964, tras ser acusado número uno en el juicio por sabotaje de Pietermaritzburg, apodado el "pequeño juicio de Rivonia".

Mostró una valentía excepcional desde muy joven como uno de los miembros fundadores de Umkhonto we Sizwe en Natal, y desempeñó un papel clave en la dirección de la campaña de sabotaje que derribó torres eléctricas, interrumpió el transporte ferroviario y sacudió el régimen del apartheid hasta sus cimientos.

Durante 15 años desempeñó un papel de liderazgo en Robben Island como uno de los cuadros que dirigió el comité disciplinario del CNA, contribuyendo a convertir la isla en una universidad de ideología revolucionaria.

También fue uno de los cinco primeros presos que se matricularon en 1965 para cursar estudios universitarios con Mandela y Ahmed Kathrada.

Tras su liberación en 1979, operó en las trincheras de la lucha, proporcionando liderazgo a las estructuras clandestinas del CNA en Natal mientras vivía bajo órdenes de prohibición muy restrictivas. De la noche a la mañana, desapareció en el exilio en 1980 siguiendo instrucciones de Oliver Tambo, después de que un espía del apartheid le desenmascarara y estuviera a punto de ser detenido.

Los dirigentes del CNA en Lusaka le enviaron a un sanatorio de Crimea para pasar sus primeras vacaciones antes de desplegarle para un curso exprés de formación militar de seis meses en los campos de entrenamiento del MK en la densa selva de Angola.

A continuación, fue destinado a Suazilandia, el más peligroso de los Estados de primera línea para los operativos del CNA, como jefe del comité político militar del CNA. Su vida estuvo constantemente amenazada por los asesinatos cometidos por el CCB de Eugene de Kock. Se vio obligado a vivir en diferentes casas clandestinas cada seis meses, hasta que la dirección del CNA decidió infiltrarlo como máximo dirigente del CNA en Sudáfrica en 1985, para que informara sobre el estado de la resistencia sobre el terreno.