Marx, revolución y socialdemocracia

Título original:

Marx, Revolution, and Social Democracy

Contenido del libro:

Mucha gente piensa que Marx era un totalitario y que el marxismo soviético era el resultado previsible de su pensamiento. Si se les muestran los textos, si se les demuestra que Marx era un demócrata radical, a menudo se vuelven locos y piensan que era utópico. Totalitario o utópico: para muchos, ésas parecen ser las alternativas. ¿Cómo luchar contra esta imagen totalmente errónea?

Para establecer la conexión entre Marx y la socialdemocracia, el filósofo Philip J. Kain argumenta cuatro puntos principales. Primero, la economía si los mercados se controlan para eliminar la alienación, la sociedad socialista para Marx es compatible con un mercado. Segundo, los mercados pueden controlarse democráticamente. Tercero, Marx tenía una teoría de la revolución compatible con un movimiento electoral democrático emprendido por un partido socialdemócrata. Y cuarto, desde finales de la década de 1860, Marx y Engels trabajaron con el Partido Socialdemócrata Alemán de Liebknecht, Bebel, Bernstein y Kautsky, que acabó convirtiéndose en el mayor partido de Alemania y en el mayor partido socialista del mundo.

Si la socialdemocracia es una verdadera expresión del marxismo, entonces no se puede llamar totalitario a Marx. No hay nada remotamente totalitario en la socialdemocracia. Tampoco es utópica. Existe en toda Europa Occidental. Además, los partidos socialdemócratas siempre se han opuesto a las tácticas antidemocráticas del marxismo soviético. Basándose en estos cuatro puntos, Kain argumenta en contra de la descripción de Marx como utópico o totalitario, y en su lugar defiende a Marx como un socialdemócrata, cuyo legado más fuerte se encuentra en Europa Occidental.