Mark O. Hatfield, 33: Estadista de Oregón

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Título original:

Mark O. Hatfield, 33: Oregon Statesman

Contenido del libro:

En una carrera de cinco décadas en cargos públicos, Mark Odom Hatfield (1922-2011) nunca perdió unas elecciones. Elegido por primera vez miembro de la Cámara de Representantes de Oregón en 1950, se retiró de la política en 1997 tras haber sido senador, secretario de Estado y gobernador de Oregón, y senador de Estados Unidos durante cinco legislaturas. Fue sin duda el político más importante del estado, pero su estilo de republicanismo entre liberal y moderado hace tiempo que desapareció de la escena política. Mark O. Hatfield: Oregon Statesman cuenta la historia de Hatfield: como oregonés, como político y como hombre de visión práctica, convicciones profundas y consecuencias de gran alcance en la vida cívica del estado y de la nación.

Hatfield, cristiano evangélico y republicano de toda la vida -según los deseos de su madre- y con inclinaciones políticas desde muy joven, llegó al cargo tras estudiar y enseñar ciencias políticas y observar de primera mano los estragos de la guerra en el Pacífico y la crueldad de la segregación en su país. El historiador Richard W. Etulain describe a Hatfield como un joven y enérgico legislador republicano en un estado cada vez más demócrata. Impulsó la legislación sobre derechos civiles, apoyó tanto a los trabajadores como a los intereses empresariales, y logró un equilibrio que le alinearía con los moderados incluso cuando el ala conservadora del partido se hizo ascendente. Elegido en 1958 como el gobernador más joven de la historia de Oregón, Hatfield se convirtió en el primero del siglo XX en ocupar el cargo durante dos legislaturas, utilizando su mandato para racionalizar el poder ejecutivo del estado y promover Oregón como destino privilegiado para los negocios y el turismo, esfuerzos que le valieron rápidamente un lugar en la escena nacional. Etulain se centra en Hatfield como una fuerza en la política del estado de Oregón, pero también examina su largo mandato como senador de EE.UU., llamando la atención desde el principio por su postura contra la guerra de Vietnam y más tarde por su posición antinuclear.

La vida privada, la figura pública, el hombre de fe y de familia, de un Occidente antiguo y del nuevo: esta biografía, aunque compacta, capta a Mark Hatfield en su totalidad, como uno de los principales políticos occidentales del siglo XX.