Puntuación:
El libro ofrece una mirada atractiva y humorística a la vida de un visitador médico, mezclando la biografía personal con las experiencias profesionales. Resuena entre muchos lectores, especialmente entre los que trabajan en el campo de la sanidad, aunque algunos pueden encontrarlo más autobiográfico de lo esperado.
Ventajas:El texto es perspicaz, divertido y cercano, sobre todo para los profesionales sanitarios. Refleja los retos y las realidades de ser visitador médico, mostrando el humor y la dedicación de la autora. A muchos lectores les costó dejarlo y apreciaron el atractivo estilo narrativo.
Desventajas:A algunos lectores les decepcionó que el libro se centrara más en la vida personal de la autora que en anécdotas concretas de su experiencia profesional. Unos pocos opinaron que no representaba fielmente el papel de los visitadores médicos y encontraron algunas partes incómodas de leer.
(basado en 30 opiniones de lectores)
Handle with Care
Ser visitador médico es una de esas profesiones que la mayoría de la gente piensa que no es un trabajo. Te sientas en un sofá y bebes té, ¿no? No eres una enfermera de verdad, en el hospital".
Bueno, las visitadoras sanitarias son enfermeras de verdad, con al menos tres años de formación, y están ahí fuera, solas. Sin equipo de apoyo ni estructuras de soporte a las que pedir ayuda si se encuentran en una situación delicada.
Sin luces cálidas, sin pausas para tomar el té charlando en la cantina, sin nadie más a quien preguntar "¿te parece bien? A lo largo de 40 años trabajando en el NHS, Rachael Hearson ha sido perseguida por proxenetas drogadictos que consumían crack por una escalera aislada, ha sido amenazada por un apaleador en un albergue, ha visitado un burdel sin darse cuenta... Y eso es sólo la punta del iceberg.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)