Magia de cacao

Opiniones de los lectores

Magia de cacao es un libro infantil que hace hincapié en los temas de la bondad, la empatía y el impacto de los pequeños actos de generosidad. Ambientada en una chocolatería, la historia gira en torno a un niño llamado Daniel que utiliza sus golosinas para repartir alegría entre sus compañeros. El libro ha sido elogiado por su mensaje positivo, sus bellas ilustraciones y su atractiva historia.

⬤ Mensaje contundente sobre la bondad y la empatía.
⬤ Ilustraciones bonitas y atractivas.
⬤ Impacto positivo en la comprensión de la generosidad por parte de los niños.
⬤ Historia divertida que incorpora chocolate, atractivo para los niños.

⬤ Algunas partes pueden ser demasiado prolijas para los niños muy pequeños.
⬤ Ciertas frases pueden dar lugar a malentendidos, como indica la confusión de un niño sobre el término «frío».

(basado en 9 opiniones de lectores)

Título original:

Cocoa Magic

Contenido del libro:

En una acogedora chocolatería de los años veinte, los ingredientes especiales de cada delicia perfecta son la empatía, la generosidad y los atentos actos de bondad. A Daniel, de ocho años, le encanta la hora que pasa cada mañana ayudando a su tío abuelo Lewis en su chocolatería.

Mezclan, templan, vierten y moldean. "Es mágico, hijo mío", dice el tío Lewis. Y Daniel está de acuerdo.

Cuando una niña nueva llamada Sarah entra en su clase, Daniel se da cuenta de lo sola que está y empieza a llevarle bombones a su pupitre. Ver cómo Sarah se ilumina después de cada golosina es maravilloso...

pero entonces Daniel empieza a darse cuenta de que otros compañeros tienen problemas. Pronto está escondiendo más y más chocolates hasta el emocionante día en que todos en clase reciben uno, ¡incluso el profesor! Lo mejor es que nadie sabe que es él.

Pero entonces, cuando Daniel sea el que se sienta triste y solo, ¿quién sabrá consolarlo? En Magia de cacao, las ricas y nostálgicas ilustraciones de Gabrielle Grimard transportan a los lectores a una acogedora chocolatería de los años veinte y a una rígida escuela de ladrillo que, de alguna manera, también aprende a ser cálida. En su texto y en la nota final de la autora, la trabajadora social clínica Sandra Bradley celebra las maravillas que ocurren cuando alguien satisface la necesidad de otra persona de ser vista y comprendida, incluso a través del más pequeño acto de bondad.