Love Canal Revisited: Raza, clase y género en el activismo medioambiental

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Título original:

Love Canal Revisited: Race, Class, and Gender in Environmental Activism

Contenido del libro:

Treinta años después de los titulares, Love Canal sigue siendo sinónimo de residuos tóxicos.

Cuando este barrio de las cataratas del Niágara, Nueva York, irrumpió en la conciencia de la nación, los medios de comunicación se centraron en una mujer blanca de clase trabajadora llamada Lois Gibbs, que adquirió notoriedad como activista que luchaba por salvar a las familias del veneno enterrado bajo sus casas. Su organización, la Asociación de Propietarios de Love Canal, desafió al gran gobierno y a las grandes empresas, y finalmente consiguió la deslocalización. Pero, como muestra ahora Elizabeth Blum, los activistas de Love Canal eran muy diversos.

Blum revela que bajo la superficie de esta historia se esconden más cosas de las que la mayoría de la gente cree, y algo más que meras toxinas. Lleva a los lectores más allá de los titulares para mostrar que otras personas, además de Gibbs, desempeñaron papeles importantes y para examinar cómo la raza, la clase y el género influyeron en la forma en que la gente -desde las mujeres afroamericanas hasta los grupos cristianos blancos de clase media- experimentó la crisis y se activó en Love Canal.

Blum explora las relaciones interraciales de la comunidad, a menudo rocambolescas, y revela cómo las mujeres negras marginadas lucharon por ser escuchadas mientras definían su activismo medioambiental como parte integrante de la lucha por los derechos civiles. Y examina cómo el Grupo de Trabajo Ecuménico de clase media -formado por blancos progresistas y educados- ayudó a negociar los obstáculos legales y a conseguir los medios para reubicar e indemnizar a los residentes negros.

Blum también demuestra cómo la crisis desafió las líneas de género mucho más allá de poner a las madres en el papel de activistas. Puede que las mujeres del LCHA rechazaran el feminismo por su postura antifamiliar, pero creían firmemente en sus derechos. Y el incidente cambió la vida de los hombres de clase trabajadora, que encontraron a sus esposas en primera línea en lugar de en la cocina. Además, los burócratas y políticos varones se toparon con una importante oposición de grupos de hombres y mujeres que presionaban para que se diera más importancia a la salud que a la economía en las soluciones a la crisis.

Ningún otro relato sobre Love Canal había tenido en cuenta la difícil situación de estos otros segmentos de la población. Al hacerlo, Blum demuestra que el activismo medioambiental abre una ventana a movimientos e ideas sociales más amplios, como los derechos civiles y el feminismo. Su libro lleva la historia de Love Canal mucho más allá de su legado icónico -la Ley Superfondo que obliga a los contaminadores a rendir cuentas- para poner de relieve otro legado vital, firmemente arraigado en la raza, la clase y el género.