Puntuación:
El libro analiza en profundidad la vida de Toro Sentado, centrándose especialmente en su estancia en Canadá tras la batalla de Little Bighorn. Está bien documentado y ofrece nuevas perspectivas sobre un periodo menos conocido de su historia. Los lectores han elogiado la atractiva redacción y la valiosa contribución del libro a la comprensión de la historia de los nativos americanos y del legado de Toro Sentado.
Ventajas:Bien documentado e informativo, proporciona una visión única de la vida de Toro Sentado en Canadá, estilo de escritura atractivo, valiosa adición a las colecciones de historia del Oeste, evoca la empatía por las experiencias de los nativos americanos, destaca importantes relaciones históricas, adecuado para diversos lectores, incluidos los estudiantes.
Desventajas:⬤ Algunas reseñas señalan que puede ser árido y aburrido, carente de una narrativa cohesiva
⬤ unos pocos lo recomiendan para aquellos que ya conocen el tema más que como una biografía introductoria
⬤ algunas partes pueden requerir una lectura cuidadosa para seguirlas.
(basado en 14 opiniones de lectores)
The Last Sovereigns: Sitting Bull and the Resistance of the Free Lakotas
Ganador del Premio Spur 2021 a la mejor obra de no ficción histórica de la Western Writers of America.
Mejor autor y libro de no ficción histórica del año 2020 de la revista True West.
Los últimos soberanos es la historia de cómo el jefe sioux Toro Sentado se resistió a los métodos del hombre blanco como última esperanza para la supervivencia de un modo de vida indígena en las Grandes Llanuras: una vida nómada basada en el búfalo y las plantas indígenas esparcidas por los territorios históricos de los sioux que eran sagrados para él y su pueblo.
Robert M. Utley explora los últimos cuatro años de la vida en libertad de Toro Sentado, de 1877 a 1881. Para escapar de la venganza estadounidense por su supuesto papel en la aniquilación del mando del general George Armstrong Custer en Little Bighorn, Toro Sentado condujo a sus seguidores hunkpapa a Canadá. Allí, él y su gente se relacionaron con la Policía Montada del Noroeste, en particular con el mayor James M. Walsh. La Policía Montada acogió a los lakota y les permitió quedarse si prometían acatar las leyes y normas de la Reina Victoria, la Madre Blanca. Pero el gobierno canadiense quería que los indios regresaran a su tierra natal y la policía hizo todo lo posible por persuadirles de que se marcharan. Contaban con la ayuda de la disminución de los rebaños de búfalos de los que dependían los indios para su sustento y de las agresiones de grupos de nativos canadienses que también dependían de los búfalos.
Toro Sentado y su pueblo soportaron la hostilidad, la tragedia, la angustia, la indecisión, la incertidumbre y el hambre, y respondieron con una obstinada resistencia a la pérdida de su libertad y su modo de vida. Al final, el hambre acabó con su soberanía. Esta es su historia.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)