Los jeroglíficos egipcios en la imaginación de la Antigüedad tardía

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Título original:

Egyptian Hieroglyphs in the Late Antique Imagination

Contenido del libro:

A lo largo del periodo faraónico, los jeroglíficos sirvieron tanto para fines prácticos como estéticos. Talladas en estelas, estatuas y muros de templos, las inscripciones jeroglíficas eran uno de los rasgos más destacados y distintivos de la cultura visual del antiguo Egipto. Tanto para la minoría alfabetizada de egipcios como para la inmensa mayoría analfabeta de la población, los jeroglíficos poseían un potente valor simbólico que iba más allá de su capacidad para hacer visible el lenguaje. Durante casi tres mil años, la escritura jeroglífica permaneció estrechamente ligada a las nociones indígenas de identidad religiosa y cultural.

A finales de la Antigüedad, la alfabetización en jeroglíficos se había perdido casi por completo. Sin embargo, los monumentales templos y tumbas que jalonaban el paisaje egipcio, junto con las inscripciones jeroglíficas que los adornaban, seguían siendo recordatorios ineludibles de que el cristianismo era una llegada relativamente reciente a la antigua tierra de los faraones. En Egyptian Hieroglyphs in the Late Antique Imagination, Jennifer Westerfeld sostiene que las representaciones de inscripciones jeroglíficas en textos cristianos de la Antigüedad tardía reflejan la actitud de los autores hacia el pasado faraónico de Egipto. Tanto si los jeroglíficos eran condenados como imágenes idólatras o valorados como fuente de conocimiento místico, el control sobre la representación e interpretación de los textos jeroglíficos constituía una importante fuente de autoridad cristiana.

Westerfeld examina cómo se utilizan los jeroglíficos en las obras de Eusebio y Agustín para debatir la cronología bíblica; en fuentes griegas, romanas y patrísticas, para afirmar que los jeroglíficos codificaban los misterios del sacerdocio egipcio; y en un polémico sermón del líder monástico del siglo V Shenoute de Atripe, para argumentar que los jeroglíficos debían ser destruidos para que no promovieran un retorno a la idolatría. Sostiene que, a falta de un verdadero conocimiento de la escritura jeroglífica, los autores cristianos de la Antigüedad tardía fueron capaces de tomar este poderoso símbolo de la identidad egipcia y manipularlo para ponerlo al servicio de sus fines teológicos e ideológicos particulares.