Puntuación:
El libro explora las vidas de los hijos legítimos e ilegítimos de Enrique VIII, proporcionando interesantes perspectivas históricas y relatos personales que resultan atractivos para los lectores. Equilibra evaluaciones detalladas de la infancia de los niños con discusiones sobre los rumores que rodean su filiación, aunque algunas afirmaciones podrían suscitar escepticismo. La inclusión de ilustraciones aumenta su atractivo.
Ventajas:⬤ Contenido atractivo e informativo sobre los hijos de Enrique VIII
⬤ bien documentado con una sólida bibliografía
⬤ narración fácil de leer
⬤ incluye ilustraciones
⬤ atrae a los entusiastas de los Tudor
⬤ trata tanto de la descendencia legítima como de la ilegítima de manera accesible.
⬤ Algunas afirmaciones sobre los hijos ilegítimos parecen sospechosas
⬤ contradicciones ocasionales en la narración
⬤ partes pueden carecer de una fundamentación histórica más profunda
⬤ algunos lectores pueden encontrar ciertas discusiones poco concluyentes.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Henry VIII's Children: Legitimate and Illegitimate Sons and Daughters of the Tudor King
De los cinco monarcas Tudor, sólo uno nació para gobernar. Aunque gran parte del reinado de Enrique VIII se centra en sus imprudentes elecciones matrimoniales, fueron los cimientos sentados por Enrique y la reina Catalina de Aragón los que forjaron el futuro de la corona.
Entre el sufrimiento de cinco herederos perdidos, la pareja real depositó todas sus esperanzas en la superviviente princesa María. Sus primeros años de vida tejen una historia de promesas, diplomacia y pompa nunca vista en la vida del rey Enrique, pero un arraigado deseo de tener un hijo, herencia de su propia infancia dispersa, empujó a Enrique VIII a sofocar la oportunidad de María de reinar. Una aventura amorosa pronto produjo un improbable heredero en Enrique Fitzroy, y aunque un hijo era pura realeza, el otro ilegítimo, la comparación de sus infancias mostraría una carrera hacia el trono más cercana de lo que muchos deseaban admitir.
La crueldad del rey Enrique hizo que los destinos de sus herederos pivotaran a medida que las esposas iban y venían, y el nacimiento de la princesa Isabel hizo que los planes a largo plazo se vieran truncados por deseos a corto plazo. Con la muerte de un heredero oculto a la vista, el nacimiento del príncipe Eduardo finalmente dio al reino un heredero nacido para gobernar, pero los deseos personales y la paranoia del rey Enrique dejaron a sus herederos enfrentándose a una incertidumbre constante durante otra década hasta su muerte.
Tras la narración de las esposas de Enrique VIII, las guerras, la reforma y la crueldad, había niños, viviendo vidas de educación entre personas que se preocupaban por ellos, rodeados de objetos en lugares generosos que simbolizaban el lugar que ocupaban en el corazón de su padre. Se enfrentaron a emociones, luchas y aislamiento que darían forma a sus propios reinados.
Desde las alturas de una princesa superviviente destinada y decretada para influir en Europa, hasta los hijos ilegítimos esparcidos a los vientos de la fortuna, la infancia de los herederos de Enrique VIII es una de ambición, destino, angustia y triunfo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)