Los desvaríos de un loco

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Título original:

The Ravings of a Madman

Contenido del libro:

Lo que está a punto de leer es oscuro y confrontador. Representa un periodo, ya lejano, en el que mi vida se derrumbó y no tenía respuestas.

La falta de objetivos y el inmenso dolor me empujaron a una existencia marginal en la que la vida misma se volvió irrelevante y a veces imaginé que la muerte me ofrecía la única liberación del dolor. Esto no es raro; muchas personas habrán pasado por circunstancias similares. La mayoría sobrevive y yo soy una de ellas.

Cuando le di mi borrador a una buena amiga para que me aconsejara y comentara, me sugirió que escribiera una introducción que mostrara que había superado esos acontecimientos y que había prosperado.

Así fue. En aquel momento no veía salida, no me importaba encontrarla.

El psicoanálisis y los fármacos asociados, así como el apoyo de los amigos, permitieron diluir las nubes con el tiempo. No creo que mi mente me hubiera permitido descansar sin la liberación de la medicación y no creo que la medicación hubiera sido una opción sin ayuda profesional. En una situación como la descrita aquí, los fármacos ofrecen un pequeño rayo de luz en un mundo de sombras.

Pero, al mismo tiempo, creo que el trauma tiene una función. Te abofetea en la cara con un reajuste de valores que a veces conduce al crecimiento. Un crecimiento asociado al cambio en un momento en el que toda tu atención se centra en mantener las cosas en su sitio, en cerrar las escotillas para poder capear el temporal.

Cuando pasa la tormenta, te encuentras con un nuevo yo. Lo primero en sufrir fueron los negocios.

No sólo no me importaba, sino que lo consideraba en parte responsable de algunos de los daños sufridos por mi familia. Tuve la suerte de contar con algunas personas que siguieron trabajando duro, que me apoyaron de la mejor manera que sabían, haciendo su trabajo. De alguna manera sobrevivió, aunque sustancialmente mermada.

Nunca he vuelto a trabajar de verdad en ello.

El nuevo yo no tenía capacidad para un esfuerzo prolongado y me convertí en una persona de "proyectos". La mayoría eran puramente indulgentes, otros con fines lucrativos. Los suficientes como para no tener una casilla vacía a la espera de una marca.

Me ha ido bien.