Puntuación:
El libro «Compatriots», de Andrei Soldatov e Irina Borogan, ha sido muy elogiado por su minuciosa investigación y perspicaz análisis de los expatriados rusos y la implicación del gobierno desde perspectivas históricas y contemporáneas. Sin embargo, hay críticas sobre su calidad editorial y acusaciones de parcialidad.
Ventajas:El libro está bien documentado y ofrece nueva información y perspectivas sobre la historia y la política rusas. Los lectores aprecian los profundos conocimientos de los autores y la exhaustiva cobertura de temas relacionados con la inteligencia rusa y los expatriados. A menudo se califica a la obra de atractiva e informativa, lo que la convierte en una revelación para los lectores no familiarizados con el tema.
Desventajas:Algunos reseñadores critican la mala edición del libro, que incluye erratas y frases incómodas. Se afirma que el libro es tendencioso, que los puntos de vista de los autores pueden estar influidos por sus afiliaciones y que la obra se inclina más hacia la propaganda que hacia el periodismo objetivo. Además, un par de reseñas muestran su desacuerdo con el tono optimista de las conclusiones de los autores sobre el futuro de Rusia.
(basado en 10 opiniones de lectores)
The Compatriots: The Brutal and Chaotic History of Russia's Exiles, migrs, and Agents Abroad
Los autores de La Red Roja examinan el papel cambiante de los expatriados rusos a lo largo de la historia y su complicada e inquebrantable relación con la madre patria, ya sea antagónica o demasiado amistosa.
La historia del espionaje ruso está empapada de sangre, desde un disparo espontáneo de pistola que mató a un policía secreto en Rumanía en 1924 hasta el intento de envenenar a un coronel exiliado del KGB en Salisbury, Inglaterra, en 2017. Los emigrantes se han encontrado continuamente en el centro del caos.
Los rusos empezaron a abandonar el país en masa a finales del siglo XIX, huyendo de los pogromos, de la persecución de la policía secreta zarista, de la Revolución, y luego de Stalin y el KGB, y creando la tercera diáspora más grande del mundo. El éxodo creó una oportunidad única para el Kremlin. Los amos y señores del espionaje de Moscú fomentaron redes de espías, muchos de los cuales eran emigrantes expulsados de Rusia. En las décadas de 1930 y 1940, decenas de espías estaban en Nueva York recopilando información para Moscú.
Pero la historia no terminó con el colapso de la Unión Soviética. Algunos emigrantes se han convertido en activos del resurgente Estado nacionalista ruso, mientras que otros han vuelto a asumir el reto disidente, por su cuenta y riesgo. De Trotsky a Litvinenko, Los compatriotas es la apasionante historia de los ajustes de cuentas rusos en todo el mundo.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)