Los caballeros del Islam: Las guerras de los mamelucos, 1250-1517

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 8 votos.

Título original:

The Knights of Islam: The Wars of the Mamluks, 1250 - 1517

Contenido del libro:

"El autor reúne una gran cantidad de información que, hasta ahora, sólo estaba disponible en revistas académicas y libros eruditos muy especializados" - David Nicolle.

"Una asombrosa variedad de temas y personajes" - John Man.

Los mamelucos fueron, en un momento determinado de la historia, el mayor cuerpo de guerreros del mundo y la quintaesencia del guerrero a caballo, alcanzando casi la perfección en el manejo del arco, la lanza y la espada.

Su historia abarca muchos de los grandes temas de la empresa militar medieval: los cruzados y la mortal contienda entre el Islam y la Cristiandad, los mongoles y su visión del dominio mundial, Tamerlán, el azote de Dios, y el ascenso del Imperio Otomano, cuyos propios soldados esclavos, los jenízaros, serían la némesis final de los mamelucos.

Entraron en el mundo islámico como autómatas iletrados y mediante una aplicación total al oficio del guerrero se convirtieron en algo más que soldados. Tras una sangrienta toma del poder de sus amos, los descendientes de Saladino, desarrollaron un código marcial y un sistema de honor basado en la hermandad cuartelaria, una sofisticada sociedad militar que aprovechaba las energías del Estado para la guerra total y produjo una serie de tratados sobre tácticas de caballería, entrenamiento marcial, tiro con arco a caballo y enfoques científicos y analíticos de la guerra que se comparan con el Arte de la Guerra de Sun Tzu, los Códigos de Caballería occidentales y el Bushido en su complejidad, belleza del lenguaje y cobertura exhaustiva del sangriento negocio de la guerra.

Su historia abarca muchos de los grandes temas de la empresa militar medieval: los cruzados y la mortal contienda entre el Islam y la Cristiandad, los mongoles y su visión del dominio mundial, Tamerlán y el ascenso del Imperio Otomano, cuyos propios soldados esclavos, los jenízaros, serían la némesis final de los mamelucos.