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The British and the Turks: A History of Animosity, 1893-1923
Los británicos se describían a sí mismos como los más antiguos amigos de los otomanos, pero esto nunca fue cierto. En ocasiones fue valioso para Gran Bretaña apoyar al Imperio Otomano contra la invasión rusa, sin embargo, a finales del siglo XIX, los sucesivos gobiernos británicos habían empezado a patrocinar el desmembramiento del Imperio.
La opinión pública británica y los grupos de presión política presentaban a los otomanos en términos universalmente difamatorios, lo que afectaba a las acciones diplomáticas de los políticos. Los propios políticos albergaban profundos prejuicios contra los turcos y el Islam. El resultado, a través de numerosos incidentes, fue la presión británica para desmembrar el Imperio Otomano.
Se ignoraron las disposiciones de los tratados que garantizaban la integridad territorial otomana. Se apoyó a los países cristianos y a las minorías cristianas, incluso cuando los musulmanes de esos países estaban siendo asesinados y expulsados de sus tierras.
Los dirigentes británicos se negaron incluso a publicar informes consulares que describían la opresión de los musulmanes, lo que habría desmentido las noticias de prensa sobre los malvados turcos. Basándose en décadas de investigación de archivos, Justin McCarthy muestra cómo los británicos eran cualquier cosa menos amigos de los otomanos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)