Puntuación:
London Skin and Bones es una colección de relatos breves ambientados en el Finsbury Park londinense de los años ochenta, que captan la vida de hombres homosexuales de clase trabajadora. El autor, Ian George Young, hace un vívido retrato de una comunidad vibrante a través de una mezcla de realidad y ficción, mostrando personajes con un rico trasfondo y con experiencias cercanas.
Ventajas:Historias escritas con maestría, honestidad y arte, que captan la esencia de una época y un lugar únicos. Los personajes son variados, atractivos y representan un rico tapiz de la vida en el Londres obrero. El libro cuenta historias importantes, a menudo olvidadas, con una mezcla de realidad y arte narrativo. Evoca la nostalgia y ofrece una visión de la vida de los homosexuales en una época políticamente difícil.
Desventajas:A algunos lectores les puede parecer que las historias carecen de tensión dramática, ya que se centran más en el esbozo de los personajes y en las interacciones sociales que en narraciones de alto nivel. Además, el estilo de escritura puede resultar más atractivo para quienes estén familiarizados con el contexto cultural del Londres de los años ochenta, lo que podría hacerlo menos accesible para quienes no pertenezcan a este nicho.
(basado en 4 opiniones de lectores)
London Skin and Bones: The Finsbury Park Stories
Londres era un lugar muy diferente a principios de la década de 1980. Ian Young nos regala coloridas historias sobre Finsbury Park, un barrio y sus fascinantes hábitos desaparecidos hace mucho tiempo -coleccionistas de sellos, poetas anarquistas y cabezas rapadas homosexuales- que resistían a las oscuras fuerzas de un gobierno thatcherista. Perderse es la mejor manera de conocer Finsbury Park.
"En London Skin & Bones, un rincón del pasado cobra vida, regenera carne y músculo, y se pone un abrigo (con un porro recién liado metido en el bolsillo) para deambular por un barrio poblado por una tribu improbable y diversa de amigos que entran y salen de las historias con una familiaridad tan cálida que te preguntarás si estos relatos proceden de tu propia memoria... o de tus propios sueños. Ian Young sabe que uno puede enamorarse de una ciudad con el mismo entusiasmo y erotismo con el que se enamora de una persona, y en lo más profundo del Londres obrero de los años ochenta, con sus tiendas eclécticas y sus chaparrones esporádicos, sus veteranos y refugiados de las guerras de otros países, su sexualidad confiada que surge como una adolescencia colectiva, se produce un fácil mestizaje. Leyendo estas historias, no eres un extraño en tierra extraña. Eres un viajero bienvenido a una taza de algo caliente o algo fuerte, la mano de alguien tocando ligeramente en tu hombro con una invitación a unirte a la próxima aventura espectacular a la vuelta de la esquina". --Bryan Borland, autor de DIG
"Al igual que 'I Am a Camera' Historias de Berlín de Isherwood, las historias entrelazadas de la cultura juvenil londinense de Young, contadas por un fotógrafo expatriado amante de los libros, son divertidas fotos de boxeadores, dependientes de tiendas, gángsters inmigrantes, filatelistas drogados y sus mentores mayores que sobrevivieron más fácilmente al Blitz de los años cuarenta que al Thatcherismo de los ochenta. Un libro maravilloso Citando a Noel Coward, 'No podría haberme gustado más'" --Jack Fritscher, PhD, autor de Mapplethorpe.
"Ian Young nos transmite una maravillosa sensación de una época y un lugar concretos del Londres de los años ochenta, pero hace mucho más que eso. Su fascinante elenco de cabezas rapadas, sinvergüenzas (encantadores por cierto), coleccionistas y excéntricos da la vuelta al tópico de la 'ciudad como personaje', recordándonos una verdad olvidada: que una ciudad es su gente, que el flujo de personas bellas, imperfectas y fascinantes es lo que da a una ciudad, y a una vida, su textura y vitalidad. Y lo que es mejor, nos lo muestra en viñetas entrelazadas que son tan infaliblemente deliciosas como edificantes". --Peter DubE, autor de Las puertas de la ciudad.
"En 1980, Ian Young vino a vivir a una zona del norte de Londres donde a los llamados londinenses nunca se nos ocurrió poner un pie. Cometimos un grave error Residente, allí había una colonia de personajes más pintorescos de lo que cabría imaginar: refugiados, cabezas rapadas y tenderos, gente decente, amable, con sentido del humor y tal vez no siempre absolutamente honrada (Russell, el casero, dirigía el tinglado benéfico de los perros guía ciegos), que soportaba un gobierno tory represivo pero estaba decidida a vivir la vida al máximo". Young no es el primer cronista de Londres desde Dickens que utiliza el formato de relato corto, pero ha llegado el momento de dejar de lado los libros anteriores durante un tiempo y asentarse con London Skin & Bones. Todos aclamen a Ian Young, el Boz de Finsbury Park" --Timothy d'Arch Smith, autor de The Frankaus.
"Deja atrás Tales of the City de Armistead Maupin. Finsbury Park ha llegado" --Trebor Healey, autor de A Horse Named Sorrow.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)