Lo siento, pero los humanos estamos jodidos: El cambio climático por las limitaciones humanas

Título original:

Sorry, but Humans are fucked: Climate Change from Human Limitations

Contenido del libro:

Que los humanos puedan estar jodidos no es ofender los valores religiosos ni racionales. Es una metáfora de urgencia para los seres humanos a medida que se adentran en un camino cada vez más desesperado e irreversible.

La muerte supone un desafío a la continuidad de la vida. La familia ha sido durante mucho tiempo un medio para negociar la continuidad dentro de los límites de la 4ª dimensión. En 1856, una mujer de ciencia, Eunice Foot, una granjera, observó las amenazas que se cernían sobre el necesario contexto de la vida. Estaba preocupada por un modelo de industrialización a partir de fragmentos de ciencia analítica. Constató el deterioro de la naturaleza para satisfacer las necesidades biofísicas y psicológicas humanas. Lo que le preocupaba eran las amenazas del CO2 a las condiciones de vida en la tercera dimensión. Ahora etiquetado como cambio climático, pone de relieve las consecuencias de la guerra del hombre contra la naturaleza, incluidas las enfermedades, el aire, el agua y los alimentos químicos, y el calor intolerante con la vida.

Ilustró cómo el exceso de CO2 podría eliminar la vida del planeta. James Black, de Exxon, ilustró la materialización de la preocupación de Foot en 1977. Argumentó que los seres humanos necesitaban alternativas para satisfacer las bio-necesidades y los psico-deseos.

Por aquel entonces, David Hawk dirigía un estudio de investigación sobre el deterioro medioambiental en el que participaba Black. Su informe final recomendaba el abandono del orden legalista a partir de fragmentos analíticos ausentes de cualquier marco de contexto. Proponía un orden negociado no jerárquico en un contexto natural sin una gobernanza de orden legal llena de amenazas jerárquicas que se había demostrado que sólo fomentaban un mayor deterioro.