Líderes fructíferos: Cómo hacerlos crecer, amarlos y conservarlos

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Título original:

Fruitful Leaders: How to Make, Grow, Love and Keep Them

Contenido del libro:

¿Cómo se puede ser un líder eficaz o una iglesia que hace líderes? En estos momentos existe una necesidad imperiosa de nuevos líderes en las iglesias. Este libro le ayudará a identificar, animar y mantener a los nuevos líderes, planificando la máxima eficacia en el futuro a largo plazo.

Extracto del capítulo 1.

1. DIOS AMA A SU IGLESIA.

Principio principal: Dios quiere edificar tu iglesia local, y proporciona dones de liderazgo espiritual para ayudar al rebaño a crecer.

Las comunidades cristianas tienen muchas formas, tamaños y sabores. Dios utiliza iglesias grandes y pequeñas, multiculturales y monoculturales, con estilos de culto animados que atraen a los jóvenes, e iglesias que prefieren himnos antiguos y sólidos, para dar testimonio a los barrios y al mundo. Las iglesias creyentes en la Biblia pueden presentar muchas diferencias superficiales, pero una cosa es cierta en todas ellas: Dios ama a las iglesias locales. Quiere verlas edificadas y florecientes.

Las iglesias locales son idea de Dios, no instituciones humanas. La Biblia las describe como la casa de Dios. Dice que Dios vive en medio de estas comunidades de discípulos, a través del Espíritu Santo (Efesios 2:22). Jesús reveló lo importantes que son las iglesias para Dios. Prometió la provisión y protección espiritual de Dios mientras participamos en los planes y propósitos de Dios cuando dijo: Edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no la vencerán (Mateo 16:18).

Jesús se ha comprometido a construir su iglesia en todo el mundo. Y por si aún te queda alguna duda de lo valiosas que son las iglesias para Dios, en Efesios 1 dice que ha puesto a Jesús a la cabeza de todo lo que hay en el universo entero para la iglesia. Imagínatelo: Jesús está ejerciendo su poder gobernante en el cielo para el bien de tu iglesia aquí en la tierra. Tal vez usted es parte de una iglesia donde esta realidad se siente muy lejos de su experiencia actual, pero eso no significa que no sea cierto. Dios quiere que su iglesia prospere. Eso puede no significar un crecimiento espectacular en números, pero significará que todos los creyentes conozcan y disfruten de Dios y se enamoren cada vez más profundamente de Jesucristo.