Puntuación:
El libro «Libre para un buen hogar» es un sentido y humorístico homenaje a una querida perra llamada Maggie, que capta las alegrías y los retos de la vida con animales en un pequeño pueblo. Los lectores aprecian el singular estilo de escritura y el humor seco de la autora, que lo hace ameno tanto para los amantes de los perros como para quienes disfrutan con las historias sobre la vida rural.
Ventajas:El libro provoca fuertes respuestas emocionales, creando risa y nostalgia. Es muy recomendable para cualquiera que tenga mascotas o disfrute con las historias de animales. El estilo de escritura del autor, su humor y su pasión por los animales son dignos de elogio, y las ilustraciones de la portada añaden un toque atractivo.
Desventajas:Algunos lectores pueden encontrar los elementos emocionales, incluidas las lágrimas, un poco abrumadores. Además, algunas reseñas reflejan una conexión personal que puede no resonar con la misma fuerza en todos los lectores.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Free to a Good Home
Free to a Good Home trata de granjas pequeñas y perros grandes; granjeros, sus familias y amigos; comederos de pájaros y comederos de pájaros; polvo y óxido; muros de piedra y otras vallas; las Primarias de New Hampshire y otros entretenimientos; unas cuantas risas y unas cuantas lágrimas.
(extracto)
"... Janet, Maggie y yo estábamos tumbadas entre las hileras de arándanos, escuchando el leve susurro del maíz y el suave e interminable piar de los mirlos de los árboles, disfrutando del dulce y familiar olor de las bayas maduras, hipnotizadas por la grandiosidad de la lluvia de meteoros de las Perseidas. Recién llegada de perseguir ranas en el pantano, Maggie se acomodó entre nosotros, con sus patas embarradas y su pelaje aún goteando agua del pantano, ensuciando y empapando nuestras ropas...
(extracto)
Libre para un buen hogar. El cínico que hay en mí cree que nada es gratis, pero soy lo bastante romántico como para creer a veces que todo es gratis. Maggie se llamó así por Margaret Thatcher. Ya teníamos una perra que se llamaba Thatcher y Janet no pudo resistirse a llamar Margaret a la cachorra de seis meses de edad, de sesenta y cinco libras y de raza indeterminada. La llamábamos Maggie y a veces Margaret S. Dog. Respondía a cualquiera de estos nombres si lo consideraba conveniente para ella y a ninguno si no".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)