Libre para obedecer: Diario de un calvinista zen

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Título original:

Free To Obey: The Diary of a Zen Calvinist

Contenido del libro:

¿Es Dios un maestro de marionetas que mueve nuestros hilos o somos como Pinocho, que cortó sus hilos y se aventuró en el mundo por su cuenta? La mayoría de nosotros queremos un término medio en el que podamos contar con el control de Dios, pero sólo cuando lo necesitamos. Pero el término medio es difícil de alcanzar.

Para nosotros, confiar en un Creador omnipotente y omnisciente es renunciar a la libertad. Por otro lado, ¿qué significa para un Creador soberano que podamos seguir nuestro propio camino cuando Él quiere que le sigamos? Los ensayos de Libre para obedecer abrazan la paradoja que esto plantea. Para llegar a ese punto, en ocasiones dejamos a un lado la lógica de lo uno o lo otro del mundo occidental en favor de una característica de las prácticas zen que Scott siguió en su adolescencia.

No es la religión o la filosofía budista lo que añade valor al debate, sino el pensamiento "ambos/y" que emplea el Zen.

Sin embargo, aunque el zen defiende el razonamiento de ambos, no es ajeno al cristianismo, especialmente en la antigua iglesia que continúa en la tradición ortodoxa. Los ensayos identifican lo que podemos saber y luego desgranan lo que es incognoscible para esbozar un reino en el que la paradoja es la norma.

Esto nos lleva al lugar donde existe uno de los mayores misterios: un lugar donde Dios obtiene lo que quiere y nosotros obtenemos lo que queremos. No se trata de un término medio, sino de una visión completamente distinta de la realidad. Scott Duncan vive en Edmond, Oklahoma, con su esposa desde hace 49 años.

Tienen la suerte de que su hijo, su mujer y sus tres hijos, y su hija, su marido, dos niñas y un niño vivan cerca. Scott se tomó un descanso de los estudios de posgrado para ganar algo de dinero en los servicios financieros, con la idea de volver a la universidad en unos años para completar su doctorado. Con la excepción de un máster en Finanzas, nunca volvió al mundo académico; su carrera se ha dedicado a la planificación financiera.

Scott ha impartido muchos seminarios del sector, pero su alegría es enseñar en iglesias y talleres cristianos. Sólo de vez en cuando se pregunta cómo habría sido su vida si hubiera seguido el camino académico.