Puntuación:
El libro ofrece un desgarrador relato personal del desastre de la Fastnet Race de 1979, destacando la supervivencia del autor contra todo pronóstico y los retos emocionales y psicológicos a los que se enfrentó durante la prueba. Se recomienda tanto a navegantes como a no navegantes por su atractiva narración y su visión de la imprevisibilidad del mar.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su apasionante narración y su profundidad emocional, que ofrece un vívido relato de primera mano sobre la supervivencia durante una fuerte tormenta. Los críticos elogian la franqueza con que el autor expone sus sentimientos y experiencias, las detalladas descripciones de la navegación y las tormentas, y las ideas didácticas sobre los riesgos de la navegación. A muchos les pareció inspirador y fácil de leer, lo que lo convierte en una aventura apasionante.
Desventajas:Algunas reseñas mencionan que el libro podría haber incluido más detalles técnicos sobre la navegación y los acontecimientos relacionados con otros barcos durante la regata. Unos pocos lectores opinaron que quizás era demasiado personal y carecía de un análisis exhaustivo de los errores cometidos, lo que provocaba una sensación de aburrimiento en algunas partes. Hay opiniones encontradas sobre el ritmo, ya que algunos creen que a veces se alarga a pesar de la intensidad del tema.
(basado en 172 opiniones de lectores)
Left For Dead - 30 Years On - The Race is Finally Over
La segunda edición del Sunday Times Sports Book of the Year se actualiza con un nuevo capítulo en el que se describe cómo Nick completó la Fastnet Race treinta años después de su primer y malogrado intento. La mundialmente famosa Fastnet Race lleva a los yates desde la isla de Wight hasta la Fastnet Rock, frente a la costa suroeste de Irlanda, y viceversa.
La regata de 1979 comenzó en perfectas condiciones, pero pronto se vio envuelta en la tormenta más mortífera de la historia de la vela moderna. Cuando pasó, los estragos causados eran inconmensurables, y quince marineros habían perdido la vida. La ambición de infancia de Nick Ward había sido navegar en la Fastnet Race, y que le propusieran formar parte de la tripulación del yate de 30 pies Grimalkin fue un sueño hecho realidad.
Pero entonces llegó la tormenta. El Grimalkin zozobró una y otra vez.
Con el patrón perdido por la borda, tras horas de lucha, tres de los tripulantes decidieron abandonar el barco y subir a la balsa salvavidas. Nick y otro miembro de la tripulación, ambos inconscientes, quedaron en el asediado yate en medio del Mar de Irlanda.
Ambos fueron dados por muertos. Gerry murió pocas horas después y Nick se quedó solo frente a la tormenta.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)