... Su compañera contrastaba fuertemente con él.
Morena, pequeña, incluso un poco pesada, pero inquieta, enjambrada, activa, expresiva con sus piececitos, su cabeza traviesa, su mano, su gesto locuaz, sus ojos lanzando una frase antes de que los labios la hubiesen pronunciado; sus ojos eran extraños, demasiado pequeños en buena estética, pero tan llenos de pensamiento, de sonrisa, de alegría, de movimiento, que parecían estándar. En resumen, una mujer joven, bonita sin regularidad, sin distinción marcada, pero encantadora porque estaba viva en grado sumo.
Los dos estaban tumbados en la hierba, junto a un arroyo. A pocos pasos, en un pequeño riachuelo encajado entre los juncos, se balanceaba una ligera canoa eléctrica, que utilizaba el sistema Allin, que renueva automáticamente la energía electromotriz...
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)