Yo mismo estaba siendo empujado.
La multitud se cerró detrás de mí. Permanecimos juntos, silenciosos, correctos, hombres, mujeres, niños, trabajadores, gente de clase media, ricos, pobres, unidos por una expectación común y respetuosa, todos vueltos hacia el hueco sombrío donde, bajo el gigantesco voto, está enterrado el Soldado Desconocido.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)