Las Hortensias y Otros Cuentos

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Contenido del libro:

Aclamado por los iniciados, Felisberto Hernández ha sido considerado durante mucho tiempo un escritor de escritores, más admirado por sus colegas que conocido por el gran público (Roberto González Echevarría, Universidad de Yale). Al igual que sus predecesores en el género de lo extraño Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, Nikolai Gogol, Edgar Allan Poe y Franz Kafka, las aparentes excentricidades de los relatos de Felisberto Hernández crean un sistema coherente de alusiones y correspondencias, sistema que alcanza su cima en obras maestras como Las Hortensias y La casa inundada.

Como Hoffmann, que le precedió, y Cortázar, que le siguió, Felisberto se apartó de las tendencias literarias de su tiempo y emprendió su propio viaje, acometiendo la tarea de redefinir al ser humano y sustituir la noción aceptada de realidad material por lo que él llamó el misterio pequeño y profundo de las realidades cotidianas que quedan fuera de un enfoque cada vez más estrecho de lo homogéneo y utilitario. Músico y compositor de formación, Felisberto elaboraba sus composiciones literarias como estructuras musicales, basadas en las relaciones entre notas y frases. Así, los cuentos de Felisberto Hernández no pueden abordarse y leerse como piezas aisladas si el lector pretende captar la complejidad que yace bajo la superficie.

En esta edición Ana María Hernández -que lleva el mismo nombre que la segunda hija de Felisbertos y enseña Advanced Spanish Composition en CUNY- analiza el desarrollo gradual de la teoría y la praxis compositiva de Felisberto comentando sus cuentos más representativos y haciendo hincapié en la intertextualidad de los símbolos y temas recurrentes a lo largo de su producción literaria. 
Este enfoque convierte a esta edición en una base excepcional para los cursos de Escritura Creativa y Composición Avanzada en Español, exponiendo a los estudiantes a textos que ejercieron una notable influencia sobre escritores consagrados como Julio Cortázar -su mayor admirador-, Juan Carlos Onetti e Italo Calvino, y provocaron uno de los mayores desatinos críticos del, por otra parte, agudo crítico Emir Rodr guez Monegal.