Las antigüedades de Egipto, con especial atención a las que ilustran las Sagradas Escrituras

Título original:

The Antiquities of Egypt With a Particular Notice of Those That Illustrate the Sacred Scriptures

Contenido del libro:

La parte septentrional se denominaba Bajo Egipto y en ella se alzaba la otra gran capital de todo el imperio, Menfis. Pero las tres grandes pirámides de Ghizeh, el colosal esfinge de sus inmediaciones y las tumbas excavadas en la plataforma rocosa sobre la que se erigen son los únicos vestigios de su antigua grandeza: La mano de los saqueadores ha presionado fuertemente sobre ella, y el emplazamiento de la antigua Menfis está ahora cubierto por un bosque de palmeras datileras.

Sin embargo, la proximidad de Egipto a la tierra de Canaán, de la que sólo está separado por la porción de Arabia Petraea que se extiende hasta las orillas del Mediterráneo, es la circunstancia de su posición geográfica que hace que su historia y sus antigüedades sean tan peculiarmente interesantes e importantes. Los historiadores griegos aluden a menudo a las relaciones literarias, políticas y comerciales que han existido siempre entre los dos países, con el consiguiente intercambio de costumbres. Pero nosotros conocemos el hecho por una autoridad mucho mejor.

Las Escrituras de la verdad nos informan de que el nombre oriental de Egipto, D'fi'm. Mizraim, es también el del tercer hijo de Cam, por cuyos descendientes fue poblado en primer lugar, así como los países vecinos. También nos informan de que fue Canaán, el primogénito de Cam, quien dio su nombre al país que posteriormente fue colonizado por su familia, Gn.

X. 6. 13.

20. Esta afinidad tendería por sí misma a promover una estrecha relación entre las dos naciones vecinas, Egipto y Canaán.