La voz de Dios

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Título original:

The Voice of God

Contenido del libro:

Nunca he oído a ninguna persona reconocer tanto que Dios existe como que no sabe quién es en la misma frase. No diré que no haya ocurrido antes, pero en mi limitada esfera de relaciones no lo he oído.

Lo que si he oido y que ha llegado a ser igual de profundo en sentido negativo, es a gente hablando con autoridad cuando salia el tema de dios. Con autoridad profesamos saber y con autoridad negamos su existencia. Con autoridad declaramos cómo piensa Dios, cómo llegar a él, cómo llegar a ser uno.

Con autoridad abolimos, y desterramos, y encajonamos a Dios de acuerdo a como pensamos y sentimos.

Estas cosas las he oído en mi esfera de relaciones. Habría sido un soplo de aire fresco que alguien me hubiera transmitido que cree que Dios existe pero que no sabe quién es.

(Eso nos habría puesto a los dos en la misma página). Incluso el cristiano a menudo no llega a este punto; acepta a Jesús basándose en la presentación, pero sin saber si es real, o si Él es la verdad. Creemos que lo es, sentimos que lo es.

Hasta ahí llega nuestra comprensión. Lo que uno piensa y siente es también la base de la aceptación de cada persona de cualquier religión o portal espiritual. En esta coyuntura, la fe cristiana parece una religión más.

El nuevo cristiano no sabe si ha iniciado una relación con el Dios vivo y verdadero, pero en algún momento deberá saber definitivamente sí, o definitivamente no. La gente suele abandonar la fe cristiana sin el sí definitivo ni el no definitivo.

Dios está entre los dioses proliferados por muchas voces. Vivimos como si nadie pudiera saberlo con certeza, por lo tanto creemos como nos parece, ya que nadie puede demostrar lo contrario. Yo estando solo y hablando al aire hace tantos años, "Dios quiero conocerte" se cierne sobre la existencia de muchas religiones que tienen un subtexto de muchas versiones formadas por grupos cada vez mayores de individuos afines.

Es imposible conocer a Dios fuera de que Él se dé a conocer al individuo.

Desgraciadamente, este punto fundamental se pierde y las religiones se aceptan y rechazan sobre otra base. Es más fácil que Dios se dé a conocer a ti que tú lo encuentres...