The Romantic Life
El mundo está desencantado. La racionalización, la intelectualización y el cientificismo gobiernan el día.
Antes veíamos el mundo como un lugar mágico, pero ahora es sólo un espacio material. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? El cambio se debe en parte al auge de cierto tipo de secularismo, que reduce las experiencias humanas a lo que se puede explicar mediante la observación. ¿El amor? Es sólo un impulso biológico.
La alegría, una descarga de adrenalina. La belleza, un influjo de dopamina.
Si no se puede probar, no es cierto; o eso es lo que se piensa. La vida romántica se inspira en el Romanticismo de los siglos XVIII y XIX para ofrecer cinco estrategias para reencantar el mundo, cinco maneras de impregnarlo de significado, verdad y belleza. Según los románticos, lejos de ser inútiles, los encuentros con cosas poco prácticas como la imaginación, la naturaleza, el simbolismo, la sinceridad y lo sublime dan a nuestras vidas una riqueza y una profundidad que no pueden alcanzarse con una visión puramente material del mundo.
Aprendiendo de su ejemplo, podemos llegar a ver en la vida de las cosas, como lo llamaba William Wordsworth. Podemos reencantarnos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)