The Spiritual Life
Recibimos toda nuestra santidad de corazón, así como toda nuestra paz de conciencia, de la plenitud de Cristo para ambas cosas. Nuestra santidad de corazón es algo ya preparado para nosotros y depositado para nosotros en Cristo.
Y así, como somos justificados por una justicia que primero nos es realizada por Cristo, y que es, desde Cristo, imputada a nosotros; así también, somos santificados por una santidad que primero es preparada para nosotros en Cristo, y es, entonces, impartida a nosotros de la plenitud de Cristo. Cada átomo de nuestra santidad santificadora del alma se deriva tan verdadera y totalmente de Cristo, como lo es cada átomo de nuestra justicia justificadora de la conciencia. Muchos hombres de mente seria, dice Marshall, cometen el mayor de los errores aquí; así como él mismo cometió este mismo gran error en un momento de su vida religiosa.
Muchos hombres de mente seria se toman una infinidad de dolores para producir una verdadera santidad para sí mismos a partir de sus propios calores corruptos; exprimiendo todo el tiempo aceite de un pedernal. --Del capítulo 17, Exprimir aceite de un pedernal.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)