La vida de San Alfonso de Ligorio: Tomo 2

Título original:

The Life of St. Alphonsus Liguori: Vol. 2

Contenido del libro:

El Papa Benedicto XIV, uno de los Papas más sabios que han subido al trono de San Pedro, recibió una vez a un misionero de Nápoles que deseaba consultarle sobre un asunto difícil. El Papa se negó a emitir un juicio, sino que se limitó a decir: «Tiene al P. Ligorio en Nápoles, ¡consúltelo! »

No se puede subestimar la influencia del santo, tanto en su época como en la nuestra. Fue para el siglo XVIII lo que Belarmino fue para el XVII, y lo que Aquino fue para el XIII, y a su vez, como ellos, ha tenido una tremenda influencia en la vida posterior de la Iglesia.

San Alfonso reunía en su persona todo lo que era capaz de elevarlo a los ojos del cielo y de la tierra. Procedente de una de las familias más nobles de Italia, poseía todo lo que podía hacerlo querido y agradable a la sociedad. Además de los talentos más raros de la naturaleza, se veía brillar en él las virtudes más eminentes. A estas cualidades naturales y sobrenaturales, Dios había añadido los dones más maravillosos de la gracia. Llamado a la edad de treinta años para comenzar su notable misión, no tardó en ver los terribles males causados, tanto a la Iglesia como al Estado, por el protestantismo y su vástago natural, el jansenismo y la infidelidad. Esto le inspiró, por una parte, el designio de combatir el error con su pluma, lo que hizo de tal modo que le hizo merecedor de un rango distinguido entre los padres y doctores de la Iglesia; y por otra, inflamó de tal modo su corazón con celo, que le dio un poder tan maravilloso en la predicación del Evangelio, que le hizo merecedor de un lugar entre los apóstoles más destacados del cristianismo.

Inspirado por una visión de la Beata María Celeste Crostarosa, puso los cimientos de la Congregación del Santísimo Redentor en la ciudad de Scala, en 1732. Propuso formar una sociedad de Sacerdotes animados de un gran celo, que voluntariamente abrazaran una vida apostólica conforme a la vida de Jesucristo -siendo su objeto su propia santificación, por la imitación entusiasta de las virtudes y ejemplos de Jesucristo en una vida de perfecta comunidad bajo los votos de pobreza, obediencia y castidad; y en segundo lugar, la santificación del clero y de los laicos, más especialmente asistiendo a las almas más desprovistas de ayuda espiritual, por medio de misiones, retiros y otros ejercicios espirituales. He aquí el remedio providencial para nuestros tiempos; pues así como San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio fueron llamados por Dios para responder a las necesidades y remediar los males de su propio tiempo, así San Alfonso fue suscitado por Dios para satisfacer los nuestros.

El autor, el P. Antonio Tannoja, a los 18 años fue admitido en los Redentoristas por el propio San Alfonso, y vivió con él gran parte de su vida. Se encontraba en una situación privilegiada, no sólo como testigo de la vida del santo, sino también para acceder a los principales documentos relativos a él y a la fundación de los Redentoristas. La traducción fue supervisada por el P. Faber, y ahora se reedita íntegramente por primera vez. Dividida en tres volúmenes, abarca los primeros años de vida de Alfonso, la fundación de los Redentoristas, su obra publicada, su nombramiento como obispo y su santa perseverancia a través de tanta persecución, y finalmente, la vida de los compañeros de Alfonso.

Con sus doctos escritos, especialmente su «Teología Moral», disipó las tinieblas del error con las que los jansenistas y los incrédulos han cubierto el mundo».

-Bl. Pío IX