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La voie rationnelle
El orgullo individual es lo más desconocido de toda la raza amarilla y, a los ojos de los amarillos que lo ven en otras razas, lo más incomprensible. El respeto a los antepasados muertos, a los que estamos ligados, y la solidaridad con los vivos, que forman todos parte del mismo gran tesoro social, liberan a los chinos de toda búsqueda de particularización.
Este es el camino de la enseñanza tradicional, de la que ninguna mente puede escapar, y cuya huella es tanto más fuerte y pronunciada cuanto más se ha trabajado y más erudito se ha llegado a ser como resultado del estudio de la herencia intelectual ancestral. El orgullo colectivo de la raza es un orgullo loable, pero el orgullo particular del individuo es una vanidad ridícula y censurable.
Así, en la casta filosófica, que es como la cabeza de este gran cuerpo de escritores, se insiste menos en ser el audaz inventor de nuevas concepciones que en ser el hijo piadoso y el guardián incorruptible de la concepción primitiva y tradicional. Como veremos más adelante, este giro mental, tan obligatorio como ritual que cualquier inclinación en sentido contrario parecería criminal y sacrílega, significa que todos los sistemas filosóficos, cualquiera que sea el nivel de filosofía general de que se trate, se derivan del primer sistema filosófico que se expresó, es decir, el Yiking de Fohi y Wenwang.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)