La verdadera adoración: Avanzando en el Reino de Dios a través de la intimidad y el poder de la adoración profética

Título original:

Real Worship Anyone?: Advancing God's Kingdom Through the Intimacy and Power of Prophetic Worship

Contenido del libro:

Oh, no otro libro sobre el famoso tema de la adoración, oigo tu lamento. Ya hay demasiados manuales que ayudan a definir, enseñar e incluso delinear entre los tipos y categorías de alabanza y adoración. Algunos incluso vienen apoyados por significados procedentes de la exégesis de palabras hebreas y griegas. De hecho, muchos de ellos han contribuido a iluminar al Cuerpo de Cristo en materia de alabanza y adoración y, con suerte, muchos santos habrían mejorado su conducta en este ámbito gracias a su lectura. Sin embargo, la preocupación limitada de este libro es exponer las implicaciones nupciales así como proféticas de la adoración - la clase que entra más allá de Sus puertas en Sus atrios... y ayuda a los santos a experimentar todo lo que se puede encontrar allí. El Salmo 22:3 dice que Dios habita en las alabanzas de Su pueblo, y encuentro esto muy desafiante porque he estado en demasiadas congregaciones donde la adoración se llevaba a cabo sin la más mínima indicación de que Dios mismo estuviera involucrado. De las escrituras y de nuestro caminar diario con el Señor, debemos encontrar que la adoración es un viaje al reino profético que nos atrinchera firmemente en Sus propósitos de verdad presentes. Debemos aspirar, cada vez que preparamos el corazón para abrir la boca, a entrar realmente en Su presencia. Allí, Él habita la adoración y la alabanza, dándole así vida y belleza divinas, y dejándonos Su gloria revelada y Su consejo.

Nuestra alabanza y adoración fluyen del hecho de nuestra creciente relación con Él, y a medida que hablamos y cantamos desde corazones adoradores santificados, Él, a su vez, aviva y agita nuestros corazones con la gloria y la autoridad del cielo, hasta el punto de que empezamos a profetizar Su misma mente y voluntad. Él se convierte a la vez en la melodía y la armonía, la letra y la vida de la misma. Este es el lugar donde toda regla y espíritu contrario es derrocado y la autoridad de Cristo entronizada. Hemos sido llamados a cantar el cántico del Señor con una pasión, una belleza y una fuerza celestiales. La curación y la liberación tan necesarias llegan cuando nos rendimos a la maravilla de Su esplendor revelado en nuestros corazones. La Iglesia debe alejarse de los ritos muertos y tratar de moverse en los nuevos caminos del Señor, porque Él todavía proclama a través del profeta Isaías: He aquí que las cosas primeras pasaron, Y cosas nuevas os anuncio; Antes que broten os las anuncio. Cantad al Señor un cántico nuevo, Y su alabanza desde los confines de la tierra... (Isaías 42:9-10) Un cántico nuevo es un cántico que surge de la actual posición espiritual de Dios, y recoge cualquier número de posturas o condiciones espirituales que representan lo que Dios está haciendo en el ahora. Es esta dinámica profética la que debemos tratar de enfatizar en nuestro culto. La música siempre ha sido un lenguaje espiritual que trasciende fácilmente la puerta de la mente para llegar a los corazones y los espíritus.

Es una verdadera herramienta en manos de Dios (y también de Satanás), y nosotros en la iglesia debemos esforzarnos por mantenerla ungida, tal como Dios la planeó. Los salmistas y juglares ungidos, ahora más que nunca, tienen que tomar su lugar al frente del ejército de Dios, como en los días del rey Josafat, guiando a la iglesia en el protocolo de suscitar la presencia y el poder divinos en nuestra adoración y alabanza. En esta hora de restauración, no podemos permitirnos comprometer la impresionante oportunidad de participar en todo lo que Dios está dispuesto a compartir con nosotros cuando le buscamos sinceramente en los lugares de la verdadera alabanza y adoración. Este es un aspecto primordial del mandato profético sobre nosotros, la iglesia, la novia de Cristo, los sacerdotes y reyes de Dios en la tierra. Porque como Jack Hayford escribió en la canción de adoración Majesty,... la autoridad del reino fluye de Su trono a los suyos (como) Su himno (nosotros) elevamos Este libro explora cómo podemos utilizar mejor los reinos de gloria a los que Dios a menudo nos conduce cuando le adoramos sinceramente, como es nuestro llamamiento. Espero que su lectura te ayude a entrar en los más santos atrios del Señor para recibir todo lo que hay en Su corazón para ti en esta hora.