La toma del poder en Teherán: La historia desde dentro de la captura de la embajada estadounidense en 1979

Título original:

Takeover in Tehran: The Inside Story of the 1979 U.S. Embassy Capture

Contenido del libro:

En este primer relato desde dentro de la toma de la embajada estadounidense en 1979, Massoumeh Ebtekar se propone corregir 20 años de tergiversación por parte de los medios de comunicación occidentales de los objetivos de los estudiantes iraníes y de la revolución populista que personificaban, y que se han mantenido desde entonces.

También explica, con gran detalle, cómo una facción del clero chií llegó a ver (con la complicidad entusiasta de los medios de comunicación internacionales y su propia agenda política prooccidental) a estos estudiantes como una vanguardia de sus propios objetivos teocráticos, en lugar de la agitación cultural mucho más amplia que había derrocado al régimen del sha Mohammad-Reza Pahlevi, instalado mediante un golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos en 1953.

En febrero de 2000, un mes antes de que la Secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright admitiera la participación activa de la CIA en el golpe de 1953, los iraníes acudieron en masa a las urnas para elegir el sexto parlamento de la República Islámica: Hasta la fecha, el 70% de los candidatos elegidos han sido caracterizados por los medios de comunicación occidentales como moderados", entre ellos, como Ebtekar, los estudiantes que tomaron la embajada estadounidense en 1979. Estos moderados, seguidores del Presidente Mohammad Jatamihim, clérigo chiíta, intentan ahora romper el dominio que la facción religiosa conservadora ejerce sobre la política iraní desde 1979, y establecer una sociedad civil dentro de un marco islámico.

Este libro es una lectura esencial para cualquiera que esté interesado en el fenómeno internacional, en rápida proliferación, de los pueblos que intentan preservar su independencia y su cultura frente a la abrumadora hegemonía de Estados Unidos en la comunidad de naciones, y en cómo los medios de comunicación estadounidenses "independientes" siguen desempeñando un papel activo como instrumento de la política exterior estadounidense.