La teoría de la clase perdedora

Título original:

The Theory of the Loser Class

Contenido del libro:

A principios de los noventa, Beck cantó 'I'm a loser, baby, so why don't you kill me? y lo cambió todo. De repente, no era tan malo ser un empollón o un bicho raro; había empezado la moda de los perdedores.

Diez años más tarde, después de que todos los empollones informáticos hayan reído el último, Jon Paul Fiorentino recurre al texto fundamental de ciencias sociales de Thorstein Veblen de 1899, La teoría de la clase ociosa. El libro de Veblen introdujo en nuestra cultura los términos «consumo conspicuo» y «nuevo rico»; identificó un nuevo grupo demográfico, la clase ociosa, y delimitó su posición en la cultura. La Teoría de la Clase Perdedora es un manifiesto artístico sobre la estética y la ética de la cultura de los perdedores.

Si el personaje de Anthony Michael Hall en The Breakfast Club escribiera poemas (y, en el fondo, sabes que lo hacía), probablemente se parecerían mucho a La teoría de la clase perdedora. Inspirándose en textos que van desde la revolucionaria Teoría de la clase ociosa de Thorstein Veblen hasta La guerra de las galaxias (la Biblia de los frikis), este conjunto de poemas cuidadosamente elaborados documenta las tribulaciones e inseguridades del friki que todos llevamos dentro. Fiorentino traza el territorio psíquico de la abyección a través de los espacios desgastados de los suburbios de Winnipeg, donde un paisaje de viejos centros comerciales, casas quemadas y salones llenos de consolas de videojuegos sirve de espejo a los estados internos de hastío urbano entre los socialmente ineptos y los culturalmente irritados.

Por momentos compasiva, divertida y llena de autodesprecio, La teoría de la clase perdedora nunca carece de la posibilidad de redención: «Y si un perdedor cae», dice el narrador de «Right in the Spine», «lo siento». The Theory of the Loser Class es la banda sonora perfecta para los alienados y los desesperados.