La rivalidad de Turnpike: Los Pittsburgh Steelers y los Cleveland Browns

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Título original:

The Turnpike Rivalry: The Pittsburgh Steelers and the Cleveland Browns

Contenido del libro:

Siete décadas de intensa rivalidad entre Steelers y Browns.

Los historiadores del fútbol americano consideran los partidos entre los Cleveland Browns y los Pittsburgh Steelers la base de una de las mayores rivalidades de la historia de la NFL. Los autores Richard Peterson y Stephen Peterson, al narrar la atractiva historia de estos equipos que juegan a sólo dos horas en coche por la autopista de circunvalación el uno del otro, exploran las razones de esta intensa rivalidad y los detalles de sus altibajos para cada equipo y sus aficionados.

La rivalidad inicial era una historia de dominio de los Browns e ineptitud de los Steelers. En las décadas de 1950 y 1960, los Browns -liderados por jugadores del Salón de la Fama, desde Otto Graham y Marion Motley en la década de 1950 hasta Jim Brown, Bobby Mitchell y Leroy Kelly en la década de 1960- ganaron 32 de los primeros 40 partidos jugados contra los Steelers. En la década de 1970, los Steelers, liderados por Terry Bradshaw, Franco Harris y la Cortina de Acero, dieron por fin la vuelta a la situación. Cuando la AFL y la NFL se fusionaron en 1970, Art Rooney accedió a trasladar a los Steelers sólo si los Browns también se trasladaban a la AFC y jugaban en la misma división, de modo que se mantuviera su rivalidad.

A pesar de la feroz rivalidad, estas ciudades y sus aficionados tienen mucho en común, sobre todo el carácter obrero de la Steeler Nation y la Dawg Pound y su pasión, a lo largo de las décadas, por sus equipos de fútbol. Muchos aficionados pueden hacer regularmente el viaje de 130 millas para ver los partidos.

Desde el primer partido, el 7 de octubre de 1950, en el que Cleveland derrotó a los Steelers por 30-17, hasta el infame incidente de la temporada pasada con los cascos de Mason Rudolph y Myles Garrett, la rivalidad sigue siendo tan intensa como siempre.