Puntuación:
El libro «La reina de las sutilezas» intenta ofrecer un relato ficticio de la vida de Ana Bolena desde una doble perspectiva: La propia Ana y un personaje ficticio, Lucy Cornwallis, la confitera del rey. Las narraciones alternas exponen las complejidades e intrigas de la corte de los Tudor, pero el lenguaje y la jerga modernos, junto con una percibida falta de profundidad en el retrato de los personajes, suscitan opiniones encontradas entre los lectores.
Ventajas:La alternancia narrativa entre Ana Bolena y Lucy Cornwallis ofrece una perspectiva única de la historia de Ana. Algunos consideran que el libro es atractivo y aporta una visión nueva de una figura histórica muy conocida. Los capítulos de Lucy, centrados en el papel de la pastelera, son apreciados por sus vívidas descripciones de la preparación de los alimentos y la vida en la corte. Algunos lectores consideran que la lengua vernácula moderna es fácil de entender y que el ritmo general es agradable.
Desventajas:Muchos lectores critican el libro por el uso anacrónico de la jerga y el lenguaje modernos, alegando que le resta autenticidad histórica. A menudo se considera que el retrato de Ana es plano, carente de profundidad, y algunos críticos describen su carácter como tosco y antipático. La estructura narrativa es confusa debido a los saltos temporales, lo que frustra a los lectores que buscan una historia cohesionada. Además, el hecho de centrarse en la historia de Lucy resta protagonismo a la dramática narración de Anne.
(basado en 37 opiniones de lectores)
The Queen of Subtleties
Ana Bolena y Lucy Cornwallis: reina y.
Confitera, fatalmente unidas en una corte.
Llena de intrigas y traiciones.
Era la belleza inglesa de ojos oscuros que cautivó al rey Enrique VIII, sólo para morir a instancias suyas tres años después de casarse. Era a la vez manipuladora y peón, una compleja e incomprendida mezcla de sutileza y fuego. Su nombre era Ana Bolena.
En La reina de las sutilezas, Suzannah Dunn reimagina el ascenso y la caída de la trágica reina a través de dos voces que se alternan: la de la propia Ana, que escribe una carta a su hija pequeña la víspera de su ejecución, y la de Lucy Cornwallis, la repostera del rey. Lucy, una empleada del más alto nivel, es la responsable de crear los centros de azúcar esculpidos que adornan cada uno de los banquetes que marcan el ascenso de Ana en el favor del rey. También comparten otro vínculo del que ninguna de las dos mujeres es consciente: el encantador Mark Smeaton, músico niño prodigio, el inocente del que depende, en última instancia, la caída de Ana.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)