Puntuación:
La regla de las dos citas, de Tawna Fenske, es una comedia romántica protagonizada por Willa y Grady, dos personas con fobia al compromiso que encuentran un amor inesperado y se enfrentan a sus pasados. El libro ha sido elogiado por su humor, sus momentos conmovedores y sus entrañables personajes. Sin embargo, algunos lectores lo encontraron repetitivo y sintieron que el ritmo se alargaba a veces.
Ventajas:⬤ Un fuerte desarrollo de los personajes, especialmente Willa y sus luchas personales.
⬤ Bromas interesantes e ingeniosas entre los personajes principales que añaden humor.
⬤ Una historia cautivadora con matices serios y desenfadados.
⬤ Personajes secundarios bien formados, incluidos amigos y familiares.
⬤ Profundidad emocional, abordando temas como la salud mental y el crecimiento personal.
⬤ Algunos lectores encontraron repetitiva la obsesión de Willa por su negocio.
⬤ Para algunos lectores, el ritmo fue lento o se alargó, lo que facilitó su abandono.
⬤ El contenido explícito y el lenguaje pueden no gustar a todos los lectores.
⬤ Algunos consideraron que el personaje de Grady carecía de realismo o no estaba bien desarrollado.
(basado en 127 opiniones de lectores)
The Two-Date Rule
Completo con escenas de sexo caliente, sarcástico doble sentido, humor slapstick, y novias extravagantes, este jugueteo cómico a través de citas de hoy en día comprueba todas las cajas de romance. -Kirkus Reviews
Willa Frank tiene una regla muy simple: nunca salir con nadie más de dos veces. Ahora que su negocio le proporciona la estabilidad que siempre ha necesitado, no puede permitirse distracciones. Su regla de las dos citas la protegerá perfectamente... hasta que conozca al saltador de incendios Grady Billman.
Después de una cita, una cita increíble e inolvidable, Grady no está dispuesto a dejarlo, a pesar de su propia política de no ataduras, y ha encontrado una forma astuta de saltarse las reglas de ambos.
¿Lanzar bolas de alcantarilla con jarras de cerveza? No es una cita de verdad. Todo el mundo sabe que los bolos no cuentan.
¿Ver tocar a un grupo en un concierto local? Resulta que tienen el mismo gusto musical. Definitivamente no es una cita.
¿Senderismo? No. ¿Cómo puede considerarse el ejercicio una cita?
Con cada no-cita que Grady sugiere, su razonamiento se vuelve más ridículo, y Willa debe admitir que se divierte siguiéndole la corriente. Pero cuando el tiempo que pasan juntos le cuesta a Willa dos clientes críticos, está claro que necesita centrarse en lo único que importa: su futuro. Y él debería hacer lo mismo.
Pero, ¿qué se supone que va a hacer ella con un futuro que se presenta gris sin Grady en él?
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)