Puntuación:
Las reseñas reflejan una mezcla de aprecio y crítica hacia el libro, destacando su profundidad de conocimientos e investigación sobre Enrique VIII y la Reforma inglesa, al tiempo que señalan su exigente nivel de lectura y su posible parcialidad. Algunos lectores lo consideraron informativo y un recurso valioso, mientras que otros lo encontraron aburrido o difícil de leer debido a su contenido pesado y su naturaleza académica.
Ventajas:⬤ Profundamente investigado e informativo
⬤ ofrece una perspectiva diferente sobre Enrique VIII
⬤ cuestiona los relatos románticos de la historia de los Tudor
⬤ bien documentado y con nuevos puntos de vista
⬤ proporciona una comprensión profunda de la Reforma inglesa.
⬤ No es una lectura ligera ni fácil
⬤ puede resultar aburrido para algunos
⬤ presupone conocimientos previos del tema
⬤ algunos lectores encontraron el estilo de redacción ampuloso y difícil de seguir
⬤ no apto para lectores generales o principiantes.
(basado en 6 opiniones de lectores)
The King's Reformation: Henry VIII and the Remaking of the English Church
La reforma de Enrique VIII sigue siendo uno de los acontecimientos más cruciales e incomprendidos de la historia inglesa. En este nuevo y sustancial relato, G.
W. Bernard presenta al rey sin confusión ni como un peón en manos de facciones manipuladoras. Enrique, un monarca que gobernó además de reinar, se revela en cambio como el impulsor determinante de la política religiosa a lo largo de este trascendental período.
En la campaña de Enrique para conseguir el divorcio de Catalina de Aragón, que le llevó a romper con Roma, su estrategia, como muestra Bernard, fue más coherente y más radical de lo que los historiadores han permitido. Enrique se negó a introducir el luteranismo, sino que aprovechó la retórica de la reforma continental en apoyo de su supremacía real.
Convencido de que la Iglesia necesitaba una reforma urgente, en particular la purga de la superstición y la idolatría, la disolución de los monasterios y el desmantelamiento de los santuarios por Enrique fueron mucho más que un intento venal de recaudar dinero. El rey buscaba un término medio entre Roma y Zúrich, entre el catolicismo y sus supersticiones asociadas, por un lado, y el radicalismo subversivo de los reformadores, por otro.
Con una crueldad que rayaba en la tiranía, Enrique VIII determinó el ritmo del cambio en los veinte años más importantes del desarrollo religioso de Inglaterra.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)