La prisión de las naciones: ¡América!

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Título original:

The Prisonhouse of Nations - America!

Contenido del libro:

Siglos de juego sucio en el Departamento de Justicia (DOJ) de este país, fortificados mediante prácticas engañosas, han temporizado la libertad de demasiados inocentes con puritanas e insensatas penas de prisión.

Este razonamiento está impregnado de una mitología rica en ideales que los líderes políticos de este país transmiten al pueblo estadounidense: los jueces son infalibles y neutrales; el objetivo de todos los fiscales es la justicia; los defensores públicos sirven a los indigentes, los pobres y los acusados cuyos bienes han sido robados por el gobierno cuando son detenidos o asaltados; y cualquier persona acusada de un delito en este país se presume inocente hasta que se demuestre su culpabilidad.

"Lo siento, Virginia, Papá Noel no existe". Todos estos son mitos empleados por este gobierno para perpetuar sus actividades empresariales en el campo de la delincuencia.

Los jueces son opinantes con actitudes, y favorecen notoriamente al gobierno. El único objetivo de los fiscales es una condena, y la obtendrán en cualquier circunstancia, por poco que sea un asesinato. Los defensores públicos son una extensión del sistema de justicia penal cuya misión es constante: conseguir que el acusado firme un acuerdo de culpabilidad.

Los ministros de justicia (los que aparecen en este escrito) no son buenas personas en su mayoría. Su poder fue mal utilizado y no siguió a la justicia, sino que la precedió. Es de esperar que su exposición en el apresuramiento de la justicia les lleve finalmente a la madrastra de la desgracia. Estos ministros se autodenominan jueces, fiscales y abogados defensores, meras etiquetas.

Las prisiones deberían ser sólo para los delitos federales más graves, no para estos actos inventados prohibidos por la ley que este gobierno crea para su autopreservación. Las mentiras del DOJ se han convertido en patrimonio de este país, se transmiten generacionalmente y se han aceptado con el tiempo como status quo.

Permitimos que nuestros guardianes legales acusen, condenen y sentencien a individuos bajo falsos pretextos. Los acuerdos de culpabilidad deben ser impugnados por inconstitucionales. Los principios básicos de la vida en una sociedad libre se violan sistemáticamente en lo que respecta a la delincuencia. Mientras el gobierno finge estar interesado en la justicia para el pueblo estadounidense, no es más que una argucia. Este "servidor público" ha hecho un gran negocio de los delitos contra la ley, y no parece haber fin a la vista. Ataca gratuitamente a particulares y empresas.

Este libro saca a la luz la triste verdad del deterioro de un sistema de justicia penal que nunca fue. Estas experiencias reales de dolor y sufrimiento contra inocentes señalados son espantosas y despiertan aversión. Puede que haya buenos jueces, fiscales y abogados defensores, pero las posibilidades de encontrar uno son del cincuenta por ciento.

Existe la presunción de que las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Es una ley indudable, axiomática y elemental. Su aplicación es la base de la administración de nuestro sistema penal.

De alguna manera, sin embargo, esta indudable ley de presunción de inocencia ha sido dejada de lado en los tribunales, aunque el gobierno sigue enseñándola en las aulas mientras prepara a nuestros jóvenes para unirse al "rebaño de ovejas" llamado estadounidenses. Lo que una vez fue elemental es ahora un complicado y enrevesado campo del derecho.

América es la tierra de la libertad, después de todo. ¿Realmente importa si el DOJ dobla la verdad aquí y allá para sacar provecho del crimen? El DOJ mantiene esta casa prisión de las naciones llena de cualquier manera posible. Desafortunadamente, cuando el hedor de este supuesto sistema de justicia se cambia por mentiras, las libertades de la gente disminuyen, para nunca volver. El DOJ hace lo que le place y sigue diciéndonos cómo estamos siendo protegidos por sus respuestas incuestionables.

Sólo cuando usted personalmente quede atrapado en este radar del gobierno se dará cuenta de la verdad. Lamentablemente, para entonces, será demasiado tarde.

La libertad de América, como garantía.