La persona sexual: Hacia una antropología católica renovada

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Título original:

The Sexual Person: Toward a Renewed Catholic Anthropology

Contenido del libro:

Dos principios captan la esencia de la postura católica oficial sobre la moralidad de la sexualidad: en primer lugar, que todo acto genital humano debe producirse en el marco del matrimonio heterosexual; en segundo lugar, todos y cada uno de los actos matrimoniales deben permanecer abiertos a la transmisión de la vida. En esta exhaustiva visión general del catolicismo y la sexualidad, Salzman y Lawler, teólogos católicos muy respetados, examinan y cuestionan estos principios.

Manteniéndose firmemente dentro de la tradición católica, sostienen que la Iglesia está siendo incoherente en su enseñanza al adoptar una visión del mundo dinámica e históricamente consciente sobre ciertas cuestiones de moralidad -a saber, la política, la economía, la raza, la interpretación de las Escrituras, el género-, mientras que adopta una visión del mundo estática y clasicista sobre la sexualidad. Y aunque algunos documentos del Concilio Vaticano II daban esperanzas de una comprensión renovada de la sexualidad -por ejemplo, en Gaudium et Spes, "el acto conyugal promueve la entrega mediante la cual los cónyuges se enriquecen mutuamente"-, la Iglesia no ha llevado a la práctica todas las implicaciones de este enfoque. En resumen, dicen los autores, hay que poner el acento en las relaciones, no en los actos, y reconocer que la homosexualidad está culturalmente condicionada por el cristianismo.

El libro tiene dos objetivos: 1) explorar las implicaciones normativas para la ética sexual de los desarrollos metodológicos y antropológicos de la tradición católica, examinando la historia de la enseñanza católica sobre la sexualidad, los debates contemporáneos entre tradicionalistas y revisionistas, la antropología (es decir, la naturaleza del ser humano), el matrimonio, la cohabitación, la homosexualidad y las tecnologías reproductivas; 2) estimular un mayor diálogo entre los teólogos, y entre los teólogos y el Magisterio (enseñanza oficial de la Iglesia). No cabe duda de que así será Incluye un prólogo de Charles Curran.