The Pearl of Saint-Sulpice
En la iglesia de San Sulpicio de París hay una pila de agua bendita.
Está hecha con una concha de almeja gigante, Tridacna gigas. A menudo me preguntaba de dónde procedía, porque estas almejas sólo se encuentran lejos de Europa.
Me intrigaba saber que la concha ya había llegado a Francia a principios del siglo XVI como regalo de la República de Venecia al rey Francisco I. ¿De dónde procedía? ¿Qué historia podría contar una concha así? ¿Qué pensó el escultor Jean-Baptiste Pigalle cuando esculpió la hermosa columna sobre la que descansa la concha? ¿Cuál es su significado religioso? Se cree que sólo existen unas pocas perlas de almejas gigantes y su origen está rodeado de misterio. ¿Hay alguna perla en algún lugar que pertenezca a esta almeja? Tendrá que ser la Perla de San Sulpicio, alias la Perla de Alá.
La perla me llevó en una aventura inesperada a la Revolución Francesa y antes, a una reunión científica de 1964 en la que se unieron los descendientes de la liga secreta de la Pimpinela Escarlata y de ahí a la invasión turca de Chipre en 1974, donde me enfrenté a la destreza y la fuerza de los guardianes de Afrodita en los montes Troodos. Únase a mí si se atreve.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)