La peregrinación del hombre de Piltdown

Título original:

The Pilgrimage of Piltdown Man

Contenido del libro:

Érase una vez... el Weald. Gran parte del Weald era humo y llamas -un lugar de altos hornos y hierro fundido- y los pozos de las minas; estanques de enfriamiento, profundos y oscuros, de los que salía el silbido del vapor cuando se sumergía en ellos el hierro candente.

Y esparcidos por el bosque de Wealden estaban los recintos de los carboneros: la cabaña y el horno, los montones de ramas cortadas y el solitario y arrugado carbonero.

Y cuando el carbonero moría, a menudo su cuerpo se pudría en la soledad y no había nadie que lo echara de menos, ya que el bosque se apoderaba del recinto, y la cabaña y el horno volvían a hundirse en la tierra. A veces se recogían trozos de cuerpo - nadie sabía por quién.

Alguien oscuro. Alguien con un libro. Los trozos de cuerpo se unían, trozos de esto, de aquello y de lo otro. Higgledy piggledy wiggledy. Un cerebro animado por una chispa de fuego de un bloomer -un antiguo alto horno; una chimenea de arcilla- o fundido en la conciencia y el movimiento por un organismo generalmente asociado con la putrefacción y la decadencia -el cuerposacudido en algún tipo de vida...".

Aquí comienza la historia de Link, un críptido, un Piltdown Man hecho y derecho, cuyo peregrinaje le lleva por South Downs, tambaleándose por la A27 y la M27, a través de Southampton, Amesbury, Porton Down, Glastonbury, Dartmoor, el oeste de Cornualles y Bretaña.

Mike O'Leary es narrador profesional desde hace 25 años y su cuento postlácteo teje vívidamente los nudillos, las brujas, los sabuesos y los dragones del folclore con preocupaciones más contemporáneas como los atropellos, el autostop, la migración y el abuso. El resultado es una historia muy adulta que indaga en la idea de la historia en nuestras vidas y en nuestra búsqueda de sentido.