La OTAN y el Artículo 5: La Alianza Transatlántica y los retos de la defensa colectiva en el siglo XXI

Título original:

NATO and Article 5: The Transatlantic Alliance and the Twenty-First-Century Challenges of Collective Defense

Contenido del libro:

Durante la mayor parte de los últimos 25 años la OTAN se ha centrado en la gestión de crisis en lugares como Kosovo y Afganistán, lo que ha provocado importantes cambios en la estrategia, los recursos, la estructura de fuerzas y el adiestramiento de la Alianza. Volver a abrazar la defensa colectiva -que constituye el núcleo del compromiso del Artículo 5 del Tratado de Washington- no es tarea fácil, y no es algo que la OTAN pueda hacer mediante la retórica y las declaraciones oficiales. Sin embargo, este cambio resulta imprescindible para que la Alianza siga siendo el baluarte de la defensa y seguridad occidentales. La anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia y su invasión de Ucrania han cambiado radicalmente el entorno de seguridad en Europa, poniendo a la OTAN en el punto de mira como la principal herramienta de defensa colectiva en la que confían la mayoría de los Estados europeos para garantizar su seguridad. La defensa colectiva es una de las tres misiones principales de la Alianza, junto con la gestión de crisis y la seguridad cooperativa. Está definida en el Artículo 5, la parte más conocida y posiblemente la más importante del tratado fundacional de la OTAN, que establece: «Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o varias de ellas en Europa o Norteamérica se considerará un ataque contra todas ellas». Aunque las tres misiones resultan vitales para los intereses de los numerosos países miembros de la OTAN, la defensa colectiva ha vuelto a ser la primera entre iguales.

Sin embargo, tres obstáculos muy importantes se interponen en el camino de la Alianza y de sus Estados miembros en su intento de volver a abrazar la defensa colectiva. Estos obstáculos se corresponden vagamente con una construcción de fines y medios. El primero es la estrategia de la Alianza respecto a Rusia. ¿Es Rusia un adversario, un socio, ninguno de los dos, o ambos? ¿Cómo deberían cambiar la estrategia y las políticas para situar a la Alianza y a sus miembros en un terreno más sólido a la hora de tratar con Rusia? En segundo lugar están las continuas disputas sobre la dotación de recursos y el reparto de cargas. En los últimos años se ha convertido en un lugar común que los líderes norteamericanos reprendan públicamente a los aliados europeos en un esfuerzo por conseguir más contribuciones a la defensa común. ¿Cómo podría la alianza medir mejor y repartir más equitativamente las cargas de seguridad? En tercer lugar está la disposición de la alianza para cumplir sus objetivos. Muchos aliados han anunciado o están aplicando incrementos en el gasto de defensa. Sin embargo, los gobiernos de los países europeos miembros de la OTAN se ven fuertemente incentivados por la política nacional para favorecer la adquisición de material militar o el gasto en salarios y prestaciones del personal, normalmente a expensas de la preparación. El resultado es que las fuerzas militares de la OTAN corren el riesgo de convertirse rápidamente en fuerzas huecas, lo que impedirá que la alianza cumpla la promesa de defensa colectiva inherente al Artículo 5.

El libro examina todas estas cuestiones para evaluar el retorno de la OTAN a la defensa colectiva y ofrecer una hoja de ruta para superar esos retos tanto a corto como a largo plazo.