La ofensiva mediática: cómo la prensa y la opinión pública influyeron en la estrategia aliada durante la Segunda Guerra Mundial

Opiniones de los lectores

El libro «La ofensiva mediática», del Dr. Alex Lovelace, ofrece una perspectiva bien documentada y convincente del papel de los medios de comunicación en la Segunda Guerra Mundial, que influyó en las decisiones militares y políticas. Es accesible tanto para académicos como para lectores en general, con meticulosas referencias y puntos de vista extraídos de diversos documentos de la Segunda Guerra Mundial.

Muy bien investigado, interesante, cambia la perspectiva de la guerra, excelente para académicos y público en general, riguroso pero legible, aporta nuevas perspectivas, referencias meticulosas, basado en diarios personales y memorias militares, tiene importantes lecciones para la estrategia política y militar actual.

No se señalaron posibles inconvenientes del libro.

(basado en 3 opiniones de lectores)

Título original:

The Media Offensive: How the Press and Public Opinion Shaped Allied Strategy During World War II

Contenido del libro:

La Segunda Guerra Mundial fue una guerra mediática. El Presidente Franklin D. Roosevelt utilizó la prensa en gran medida, por supuesto, pero a medida que avanzaba la guerra, los medios de comunicación también llegaron a influir en las decisiones de los comandantes en el campo de batalla. Rescatar al general Douglas MacArthur de Filipinas en deferencia a la opinión pública obligó a los Aliados a dividir la Guerra del Pacífico entre dos teatros en pugna. La preocupación de Omar Bradley por la opinión pública estadounidense convenció al General Dwight D. Eisenhower de incluir a estadounidenses en el asalto final contra las fuerzas del Eje en Túnez. El general George S. Patton Jr. corrió por Sicilia para ganarse la atención de los medios de comunicación y el respeto de los británicos. El ansia de publicidad del general Mark Clark y la gloria de capturar Roma permitieron a todo un ejército alemán escapar a la destrucción. La presión negativa de los medios de comunicación y el temor a que las bombas V-1 dañaran la moral británica impulsaron la escapada de Normandía y el infructuoso intento de liberar los Países Bajos en otoño de 1944. Las declaraciones del general británico Bernard Montgomery a la prensa durante la Batalla de las Ardenas estuvieron a punto de hacerle perder el mando y crearon un tremendo malestar entre los Aliados. Poco después, Eisenhower se vio obligado a retener la ciudad de Estrasburgo, peligrosamente expuesta, debido a la opinión pública francesa. Para el Día V-E, incluso Eisenhower estaba intentando conseguir más publicidad para las unidades estadounidenses, en lugar de las aliadas.

La Ofensiva Mediática ofrece una nueva forma de entender las relaciones entre el ejército y los medios de comunicación durante la Segunda Guerra Mundial. La prensa y la opinión pública determinaron no sólo cómo se vio el conflicto, sino también cómo se luchó. Alexander Lovelace demuestra que el ejército estadounidense descubrió en repetidas ocasiones que los mejores efectos se producían cuando las noticias eran veraces. La veracidad de las noticias -definida como la exactitud en la descripción de los hechos- no podía ser creada por el ejército ni siquiera por los medios de comunicación, sino que sólo podía surgir de una prensa libre que la buscara.

Lovelace reconstruye la Segunda Guerra Mundial de un modo nuevo y único, situando a los medios de comunicación y a la opinión pública en el centro de la toma de decisiones en el campo de batalla. A diferencia de los estudios anteriores sobre los medios de comunicación durante la Segunda Guerra Mundial, que se centraban en la censura, la propaganda o los relatos de aventuras de los corresponsales de guerra, La ofensiva mediática lleva la historiografía del periodismo de guerra en una nueva dirección. En lo que podría denominarse "la nueva historia del periodismo de guerra", la atención se desplaza de cómo los militares controlaban a los reporteros a cómo las decisiones militares eran moldeadas por la prensa.