Puntuación:
The New Space Race, del Dr. Erik Seedhouse, ofrece una visión detallada del panorama competitivo de la exploración espacial entre China y Estados Unidos, centrándose más en las implicaciones militares que en los esfuerzos puramente exploratorios. Aunque ofrece una valiosa visión de cómo ambas naciones están desarrollando sus capacidades espaciales, el libro es criticado por los prejuicios del autor y la falta de equilibrio a la hora de representar las complejidades de la relación entre ambos países.
Ventajas:⬤ Visión clara del estado actual de los programas espaciales tanto de China como de EE UU.
⬤ Buena narración de los acontecimientos históricos con gráficos y descripciones útiles.
⬤ Destaca los avances logrados por China en tecnologías espaciales y capacidades militares.
⬤ Interesante artículo que invita a la reflexión sobre las políticas futuras y las implicaciones de la carrera espacial.
⬤ El aparente sesgo antichino del autor es evidente, lo que puede dar lugar a una perspectiva sesgada.
⬤ El enfoque en los usos militares del espacio eclipsa los debates sobre las aspiraciones exploratorias.
⬤ Algunas inexactitudes factuales y falta de profundidad en la comprensión de la cultura y las motivaciones chinas.
⬤ Presenta un punto de vista de línea dura sobre la cooperación con China, descartando posibles esfuerzos de colaboración.
(basado en 4 opiniones de lectores)
The New Space Race: China vs. USA
La nación más poblada del mundo considera el espacio como un activo, no sólo desde una perspectiva tecnológica y comercial, sino también política y militarista. Las repercusiones de esta ideología se extienden ya mucho más allá de Washington. China contra Estados Unidos ofrece una visión de las futuras aspiraciones chinas en el espacio y de las implicaciones político-militaristas de una inminente carrera espacial, y explica por qué una nave interplanetaria llamada Tsien Hsue Shen podría viajar algún día a los planetas exteriores.
Hasta que China puso en órbita con éxito a sus taikonautas, el programa espacial chino había atraído escasa atención internacional. El libro comienza con un análisis de los quince años de historia de la Administración Espacial Nacional China y su larga lista de logros. El capítulo 2 evalúa los intereses tecnológicos y comerciales chino-estadounidenses en el espacio y sus implicaciones a la hora de impulsar una posible carrera espacial. Se examinan los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos y China, mostrando cómo sus intenciones conducen cada vez más a la integración militar de las tecnologías espaciales. El capítulo 3 describe la inquietud de China ante el poder espacial estadounidense, su obsesión por el prestigio nacional y cómo los vuelos espaciales tripulados se consideran un elemento crucial para mantener la legitimidad del Partido Comunista. China se centra actualmente en objetivos similares a los del Programa Constelación de la NASA: la exploración lunar y de Marte. En el siguiente capítulo se examinan los ambiciosos planes de ambas naciones y se evalúa si el audaz objetivo de China de hacer aterrizar taikonautas en la Luna para 2020 se corresponde con la capacidad necesaria.
En el capítulo 5, el Dr. Seedhouse describe los equipos espaciales que están desarrollando Estados Unidos y China y los pasos dados por China en su intento de igualar la capacidad tecnológica de Estados Unidos. El capítulo siguiente ofrece una visión general de los primeros vuelos espaciales tripulados de China y muestra cómo, a pesar de su falta de experiencia, los chinos pueden estar pronto en condiciones de desafiar a Estados Unidos en una carrera hacia la Luna. En el capítulo 7, el autor analiza cómo el programa espacial tripulado de China puede aumentar el prestigio internacional del país y también examina la noción de los vuelos espaciales tripulados como una forma arriesgada de aumentar el estatus nacional y las posibles implicaciones de un desastre similar al del Challenger y el Columbia.
El capítulo 8 aborda las cuestiones de las alianzas y la cooperación entre la NASA y la ESA y China y Rusia, o, alternativamente, que Estados Unidos y China persigan sus ambiciones espaciales en solitario. Se analizan las implicaciones de cada una de estas opciones en el contexto de la inminente competencia espacial. El capítulo 9 analiza las repercusiones de un programa espacial chino que supere a la NASA y si Estados Unidos tiene la voluntad política de impulsar su propio programa espacial para evitar que le usurpen su posición de única superpotencia espacial. Dados los recelos mutuos existentes en ambos países, quizá sea inevitable que Washington y Pekín estén en rumbo de colisión en el espacio. El capítulo final describe las implicaciones de tal enfrentamiento y analiza qué se puede hacer, si es que se puede hacer algo, para evitar una nueva carrera espacial.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)