La natación de maratón, el deporte del alma: historias inspiradoras de pasión, fe y determinación

Título original:

Marathon Swimming the Sport of the Soul: Inspiring Stories of Passion, Faith, and Grit

Contenido del libro:

Cuando los planes y sueños de un joven nadador se ven truncados por el boicot de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú, Dios abre la puerta a nuevas oportunidades. Para Paul Asmuth, que entonces tenía 22 años, es el final de un sueño incumplido y el comienzo de otro viaje, éste extraordinario y que cambiará su vida.

Sumergiéndose en el asombroso, agotador, hipnótico y a menudo extrañamente bello mundo de las competiciones internacionales de natación de maratón, Asmuth experimenta tanto el triunfo como la tragedia y, en un proceso tan largo y agotador como las propias competiciones de maratón, descubre poco a poco lo mejor de sí mismo. Si le interesan los currículos, Asmuth es uno de los nadadores de maratón más laureados de la historia. En los mares de zafiro de Italia, en los gélidos lagos de Quebec (Canadá), en las pantanosas bahías de Nueva Jersey, en las dudosas aguas que rodean Manhattan, nadando distancias de entre veinte y cuarenta millas, Asmuth salió victorioso, a menudo bajo una atronadora aclamación.

Tras múltiples victorias en la travesía a nado de veintiséis millas del lago Memphremagog de Quebec, hasta 20.000 espectadores le aclamaban y le llamaban "le roi" (el rey) de su lago.

Pero la verdadera victoria no es cuestión de elogios o medallas, y las historias que marcan la verdadera diferencia se desarrollan detrás de los titulares. Superando las dudas sobre sí mismo, las náuseas, la hipotermia, las crueles mareas y las oscuras sombras acuáticas tanto reales como imaginarias, Asmuth recurre a la pasión, a una férrea determinación y a una fe inquebrantable para emerger como un hombre cambiado, alcanzando el éxito en su forma más verdadera y honesta.

Este éxito no termina cuando Asmuth se retira de la competición. Al cerrar el círculo, cuando cuelga el bañador, Paul toma los conocimientos, lecciones y ejemplos que aprendió de sus propias experiencias y de algunos de los mejores entrenadores del mundo, y se dedica a ayudar a otros con sus sueños de nadar. Sus plegarias para retribuir a los demás se ven respondidas con oportunidades de entrenar en múltiples Campeonatos del Mundo y dos Juegos Olímpicos, donde la natación de maratón es ahora una prueba disputada.

Pero ésta no es sólo la historia de un nadador. Como cualquier gran historia, la de Paul trasciende el deporte. Al escuchar la voz de la fe y no la del miedo, nacen nuevos sueños y se revelan los planes de Dios.