La muerte de Jesús para cristianos progresistas: Guía de estudio de cinco sesiones

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Título original:

Death of Jesus for Progressive Christians: A Five Session Study Guide

Contenido del libro:

Una verdad incrédula puede herir a un hombre mucho más que una mentira. Hace falta mucho valor para respaldar una verdad inaceptable para nuestros tiempos.

Hay un castigo para ello, y suele ser la crucifixión. - John Steinbeck, Al este del Edén La resurrección de Jesús es, por supuesto, el acontecimiento más importante para los cristianos, pero los hechos que la precedieron son casi igual de importantes. Según todas las fuentes bíblicas y una gran variedad de textos no bíblicos, Jesús fue condenado a muerte porque el mensaje que traía amenazaba a los poderosos de su época.

Hay muchos más matices que eso, por supuesto, y muchas maneras en que uno puede dar vuelta la historia para hacer su punto, pero la verdad más simple es que el mensaje del evangelio era demasiado tóxico para que el estómago imperial lo soportara.

Mientras exploramos los relatos bíblicos sobre la muerte de Jesús, es bueno plantearse la gran pregunta que subyace en el trasfondo de todo este drama: ¿Por qué murió Jesús? En su libro Speaking Christian, Marcus Borg señala que la idea de la expiación sustitutoria -la idea de que Jesús tuvo que morir para "expiar" nuestros pecados- es un desarrollo tardío en la historia teológica; su primera aparición data de 1097, mil años después de la redacción de la Biblia cristiana. Borg señala que el significado de la muerte de Jesús se distorsiona si se asume que fue necesaria y requerida.

Contrariamente a la teoría de la expiación, las Escrituras ofrecen respuestas más contundentes a la pregunta de por qué murió Jesús. Su mensaje era revolucionario y una amenaza para los poderes religiosos y políticos de la época. Hablar de amar al prójimo, de tratar a las personas como si importaran, de buscar el perdón y nuevas formas de rendir cuentas a los demás...

estos valores no fomentan la fidelidad al imperio. El mensaje de Jesús iba directamente en contra de los valores que promovía el gobierno. Para ellos, no había duda de que había que extinguir a Jesús...

Del mismo modo, los poderes religiosos vieron amenazado su orden establecido. El tema de Jesús de la intervención de Dios en el mundo en favor de los marginados (en concreto, los extranjeros, las mujeres, los recaudadores de impuestos, los niños, etc. ) era un gran desafío para el orden religioso de la época.

Había que detenerlo...