La maldición de Hamilton: Cómo el archienemigo de Jefferson traicionó la Revolución Americana y qué significa para los estadounidenses de hoy en día

Opiniones de los lectores

El libro ofrece un examen crítico de la influencia de Alexander Hamilton en el gobierno federal y la política económica estadounidense, presentando un marcado contraste entre las ideologías hamiltoniana y jeffersoniana. El autor, Thomas J. DiLorenzo, sostiene que las ideas de Hamilton han conducido al actual estado de extralimitación gubernamental y de problemas económicos en Estados Unidos. Los lectores han elogiado el libro por su análisis en profundidad y su visión histórica, pero algunos lo han criticado por su parcialidad y repetitividad.

⬤ Ofrece una perspectiva refrescante y crítica sobre el hamiltonianismo frente al jeffersonianismo.
⬤ El autor demuestra un sólido conocimiento económico y una minuciosa investigación histórica.
⬤ Engancha a los lectores interesados en la historia americana y en los fundamentos filosóficos del gobierno.
⬤ Escrito en un estilo accesible que hace comprensibles los temas complejos.
⬤ Anima a los lectores a examinar puntos de vista opuestos y a desarrollar opiniones informadas.

⬤ Contiene un punto de vista unilateral que puede alienar a aquellos con creencias políticas diferentes.
⬤ Algunos lectores encontraron el texto repetitivo y largo.
⬤ Intenta culpar exclusivamente a Hamilton de muchos de los problemas actuales, lo que algunos críticos consideran injusto.
⬤ Ciertos argumentos carecen de apoyo suficiente, como señalaron algunos críticos.
⬤ Presenta una visión pesimista del panorama gubernamental actual, que algunos lectores pueden considerar desalentadora.

(basado en 138 opiniones de lectores)

Título original:

Hamilton's Curse: How Jefferson's Archenemy Betrayed the American Revolution--And What It Means for Americans Today

Contenido del libro:

Dos de las figuras más influyentes de la historia de Estados Unidos. Dos filosofías políticas opuestas. Dos visiones radicalmente distintas de Estados Unidos.

Thomas Jefferson y Alexander Hamilton fueron sin duda dos de los Padres Fundadores más importantes. También fueron los rivales más encarnizados. De estos dos titanes de la política, Jefferson -el venerado autor de la Declaración de Independencia y nuestro tercer presidente- es el más recordado hoy en día. Pero, de hecho, es el legado político de Hamilton el que ha triunfado, un legado que ha subvertido la Constitución y transformado el gobierno federal en el mismo Estado leviatán contra el que lucharon nuestros antepasados en la Revolución Americana.

¿Cómo hemos pasado del ideal jeffersoniano de un gobierno limitado al hinchado sistema imperialista diseñado por Hamilton? El aclamado historiador económico Thomas J. DiLorenzo ofrece la inquietante respuesta en La maldición de Hamilton.

DiLorenzo revela cómo Hamilton, primero como delegado en la Convención Constitucional y más tarde como el primer y más influyente secretario del Tesoro de la nación, promovió magistralmente un programa de gloria nacionalista y economía intervencionista, creencias fundamentales que no murieron con Hamilton en su duelo mortal con Aaron Burr. A través de sus herederos políticos, el legado hamiltoniano:

- Arrebató el control al gobierno federal inventando el mito de los "poderes implícitos" de la Constitución.

- Estableció la presidencia imperial (el propio Hamilton propuso un presidente permanente, es decir, un rey).

- Ideó un sistema bancario nacional que impone ciclos de auge y caída a la economía estadounidense.

- Cargó a los estadounidenses con una enorme deuda nacional y una fiscalidad opresiva.

- Infló el papel de los tribunales federales con el fin de destripar las libertades individuales y la soberanía estatal.

- Impulsó políticas económicas que llenaron los bolsillos de los ricos y crearon un sistema de gobierno basado en el soborno, el botín y el clientelismo.

- Transformó los gobiernos estatales de baluartes jeffersonianos de la libertad en mendigos de las migajas federales.

Al desmentir los mitos hamiltonianos perpetuados en recientes biografías admirativas, DiLorenzo expone una verdad incómoda: el pueblo estadounidense ya no es el amo de su gobierno, sino su siervo. Sólo restaurando un sistema basado en los ideales jeffersonianos se podrá acabar, por fin, con la maldición de Hamilton.

De la edición en tapa dura.