La luna del lobo: La historia de un piloto de helicóptero

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Título original:

A Wolf's Moon: A Helicopter Pilot's Story

Contenido del libro:

Ambientada en las gloriosas montañas y llanuras del Yukón, los Territorios del Noroeste, Alberta y la Columbia Británica, A Wolf's Moon es un apasionante relato de las aventuras de Hank Sands durante sus 18 años pilotando helicópteros.

En el Parque Nacional de Wood Buffalo, Hank se encuentra bañándose desnudo con un búfalo de una tonelada. Cerca de Stewart (Columbia Británica), sobrevuela una ruta de avalanchas con un fardo de dinamita a punto de estallar en cualquier momento, pero está alojado, inalcanzable, fuera en el portacargas. En un campamento aislado del Yukón, un irlandés loco amenaza con descuartizar a todo el mundo con un hacha. En otro campamento, una manada de lobos tiene a todos en vilo. En lo alto de los Bugaboos, Hank mira medio ciego cómo gotea combustible explosivo de un depósito de combustible dañado al turbocompresor al rojo vivo de su helicóptero accidentado. Cerca de Telegraph Creek (Columbia Británica), un enorme y legendario oso pardo le hace correr para salvar la vida. Un voraz incendio forestal que amenaza Fort Resolution, en los Territorios Noroccidentales del Norte, aviva una historia de amor. En Port Alberni (Columbia Británica), Hank choca contra una línea eléctrica de 130.000 voltios. Estos son sólo algunos ejemplos de esta colección de historias increíbles y reales.

Hank Sands ha tenido una vida muy variada. Se alistó en la RCAF en 1956 y pilotó el caza canadiense CF-100 durante tres años en Comox (Columbia Británica), a lo que siguió un período en tierra como controlador de radar en Beaver Bank (Nueva Escocia). Al dejar el Ejército del Aire en 1964, se formó en helicópteros y los pilotó durante 18 años. Se retiró de la aviación en 1982 y pasó un breve periodo en el negocio de la restauración antes de trabajar como asistente de enseñanza para niños con fragilidad severa en el distrito escolar de Cowichan.

En 2001, Hank y su mujer, Linda, se trasladaron a Victoria (Columbia Británica) para pasar tiempo con sus hijos y nietos. Ha pasado la última década paseando, actuando, escribiendo y renovando una casa de 1945. Tiene cuatro hijos, un hijastro, nueve nietos y un bisnieto a los que les encantan las historias de papá Hank.